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Mi Tiempo

Mi Relación de Amor y Odio con el Tiempo

manuelita otero

Hay ciertas cosas en la vida con las que tengo una relación sensible y el tiempo es una de ellas. Siento que es tanto lo que quiero hacer, tantas ideas para llevar a cabo, tantos lugares por conocer, tanto por aprender y, por supuesto, mucho trabajo por delante, que definitivamente también siento que no hay tiempo suficiente para todo. Cuando inicia cada día trato de hacer con cuidado mi lista de cosas por lograr ese día. Mis expectativas son altas y mi actitud positiva me hace sentir invencible, pero en la tarde me siento un poco derrotada porque no hay suficientes ítems completados en la lista. Amo ser productiva, pero también me distraigo fácilmente y mis listas no son realistas. Seamos honestos: aunque yo fuera la persona menos distraída del mundo no podría hacer todo lo que pienso que puedo hacer y le echaría la culpa al tiempo. Tengo una relación de amor y odio con el tiempo, pero una cosa buena del tiempo es que mientras pasa nos va enseñando cosas muy importantes si estamos dispuestas a aprenderlas. 

Cuando Ana y yo empezamos a hablar de nuestro deseo de que Happily Imperfect diseñara un nuevo producto que fuera una herramienta para ayudar a las mujeres, rápidamente el tema del tiempo salió como una posibilidad de ser el protagonista de este nuevo producto. Ella me compartió que también se sentía limitada y frustrada con el manejo del tiempo en su vida. Fue muy chévere saber que yo no era la única pasando por esto. De hecho, muchas mujeres parecieran tener una constante batalla contra el tiempo, así que el tiempo fue definitivamente en lo que nos quisimos enfocar. Pero queríamos ir más allá de sólo hablar o tocar el tema de cómo manejar el tiempo porque somos conscientes de que el tiempo a la larga no se puede administrar, todo lo que podemos controlar es nuestra reacción a los acontecimientos diarios de la vida. Entonces como queríamos ir más allá, definimos que queríamos también ayudar a las mujeres a darse cuenta para qué quieren “más tiempo”. 

El por qué hacemos algo o para qué lo queremos es parte importante de nuestro proceso de tomar decisiones y muchas veces caemos en la trampa de hacer cosas sólo porque sí. Cuando podemos entender el para qué detrás del qué, es más fácil comprometernos y dar el siguiente paso. Sin embargo, también es clave tener presente que aunque ya sabemos para qué queremos más horas, estas no van simplemente a aparecer en nuestro día una vez que nos demos cuenta para qué es que las queremos. Hay un cierto número de horas en el día, las mismas que cada persona tiene y necesitamos usarlas sabiamente. Para poder hacerlo, es importante saber en qué las estamos invirtiendo y cómo las podemos usar de manera más eficiente, así podremos tener más tiempo para nosotras. Este fue nuestro objetivo con la herramienta que quisimos crear. Soñamos con invitar a las mujeres a analizar a dónde se va su tiempo, cómo podrían liberar algunas horas para disfrutar tiempo para ellas y ayudarlas a descubrir cómo pueden usar ese tiempo. Invitamos a Catalina, una amiga diseñadora muy talentosa, para que nos ayudara a darle vida a este proyecto y así nació NICE TO MEET ME - Mi Tiempo. Un kit divino, práctico y fácil de llevar a todas partes. 

Yo ya no peleo contra el tiempo. Aún tengo argumentos y nunca termino mis listas diarias de cosas por hacer, pero he aprendido a dejar ir un poco la carga. Trabajo duro y disfruto ser productiva, pero también sé que necesito tiempo para mí y estoy tratando de hacer eso una prioridad. Ha sido un proceso. He aprendido que no tengo que pelear contra el tiempo, tan sólo tengo que ser más realista, más cuidadosa y ser más consciente. Hay formas de separar más tiempo para nosotras mismas. Puede que no sea como en las películas en donde vemos mujeres pasando horas y horas en un súper spa -lo que está bien-, pero qué tal unos 15 minutos en silencio sin hacer nada y sin sentirse culpable por estar “haciendo nada”. Entre más tiempo nos dedicamos, vamos a estar más felices, vamos a estar más relajadas así podremos disfrutar más cuando estamos con amigos, familia, hijos o compañeros del trabajo. Nos sentimos más llenas, entonces podemos compartir tiempo de calidad con otros. 

Vivimos tantas etapas que pasan tan rápido. Entonces trata de disfrutar la etapa en la que estás justo ahora y no dejes que otros decidan cuándo es que vas a tener tiempo para ti. Recuerdo que cuando mis hijos eran niños, nos trasladamos varias veces de país y el papá de ellos viajaba bastante. Yo siempre estaba muy ocupada, pero recuerdo que cada tarde me sentaba un rato a disfrutar un café y un pedazo de torta por mi cuenta… Bueno, más o menos. Tenía que decirle a mis hijos que era “el tiempo de mamá” y no podía ser interrumpida por ellos a menos de que fuera una emergencia. Entonces, les prendía la tele y les ponía sus series favoritas. Yo seguía ahí con ellos, pendiente, pero de alguna forma era mi tiempo. Y puede que no parezca gran cosa, pero aún recuerdo cómo esos pocos minutos en los que me tomaba una pausa y lo disfrutaba, reponían mis fuerzas. 

Nuestro kit NICE TO MEET ME - Mi Tiempo está ahora disponible en español para la venta. Aquí lo puedes ver. Esperamos que lo puedas adquirir y disfrutar mientras creas el hábito de tener tiempo para ti. Que estés viviendo una etapa de tu vida muy ocupada justo ahora, no quiere decir que tengas que poner tu propia vida en pausa. En Happily Imperfect cada rato decimos que tenemos que hacer lo que podemos con lo que tenemos a la mano. Las etapas de la vida van pasando muy rápido, vívelas a plenitud, pero no olvides que parte de vivirlas a plenitud y disfrutarlas es dedicarte tiempo para hacer lo que te gusta, conocerte mejor y valorar la maravillosa mujer que eres.

Manuelita 



¿Estás sacando tiempo para hacer lo que te gusta hacer?

manuelita otero

Amo nadar. No sabía cuánto amaba nadar porque no me había regalado tiempo para pensar en esto o tal vez porque creí que no necesitaba tiempo para pensarlo. Es decir, es sólo nadar, ¿entonces cuál es la gran cosa? 

Hace unos meses durante una visita a la Florida me sentí muy feliz y ni siquiera había tenido la oportunidad de ir a la playa, entonces me di cuenta que lo que me tenía feliz era que estaba nadando todas las mañanas. Me regalé el tiempo de saborear lo que estaba sintiendo en ese viaje. ¡La piscina hizo toda la diferencia! Algo sencillo me llenó de tanta alegría que era hasta difícil de entender. De pronto piensas que estoy exagerando, pero ponte en mi posición un rato: Piensa por un momento acerca de qué es eso que te hace feliz. Puede ser un lugar, una cosa o algo que haces. Puede ser algo pequeño y simple que otros ni siquiera consideran. ¿Ahora, te puedes sentir conectada un poco más con mi experiencia?

Las cosas que nos hacen felices son usualmente pequeñas, cosas del día a día. Hemos llegado a creer que las grandes y costosas experiencias nos harán felices y puede que sí, pero por un corto tiempo; en cambio, hacer lo que nos llena de alegría de manera regular puede tener un impacto inmenso en nuestras vidas. Entonces, ¿por qué no las hacemos con mayor regularidad? De hecho, es posible que no sepamos qué disfrutamos hacer por nuestra cuenta. Sabemos qué nos gusta hacer con amigos y familia, pero por alguna razón es más difícil identificar las cosas que disfrutamos solos. Podemos saber lo que a largo plazo nos hará felices, un gran viaje o un ascenso, pero eso al final no brinda la satisfacción duradera que tanto anhelamos. O tal vez sepamos exactamente qué es lo que amamos hacer o los lugares que nos encanta visitar, pero de pronto nos decimos que no tenemos tiempo. La vida está llena de mil responsabilidades y cosas por hacer, pareciera imposible encontrar ese rato libre para dedicarlo a nosotras mismas. Y, realmente, hoy en día, ¿quién tiene tiempo para hacer cosas “simples” sin pensar mucho? La gente que quiere ser feliz, esa es aquella que tiene ese tiempo. 

Cuando me di cuenta cómo nadar me hace tan feliz pensé en esto por un tiempo, pero seguí con mi vida sin prestarle mucha atención. No busqué formas de incorporar más tiempo de nadado en mis rutinas, tampoco intenté ser proactiva al respecto. Saber algo no es suficiente, acciones de nuestra parte son necesarias para que haya cambios y algo pase. Si quieres darte tiempo para hacer lo que te gusta, necesitas disciplina, límites y compromiso. De pronto suena duro porque así es. Muchas cosas compiten para ganar tu atención, tomar tus preciosas horas y distraerte de lo que realmente quieres hacer. Hay muchas cosas que tenemos que hacer -queramos o no-, pero hay muchas otras que hacemos sólo porque “sentimos” que tenemos que hacerlas, es decir porque no hemos definido nuestras prioridades y porque hemos decidido no pedir ayuda. Aún tienes el poder de escoger qué vas a hacer con tu tiempo.   

Después de varias conversaciones con amigos me di cuenta que necesitaba estar más comprometida con mi natación. Encontré un centro acuático cerca a mi casa, compré una valera de 10 bonos y resultó menos costoso de lo que creí. Organicé mi horario y voy cada vez que puedo. Sin embargo, tuve citas que se cruzaron con ese horario de natación y también hice metí otros planes en esas horas; así que no respeté el plan para hacer lo que amo hacer: nadar.

Una mañana estaba manejando hacia el mecánico para solucionar un tema inesperado en mi carro. Estaba lista y de mal ánimo pensando cuánto me iba a costar esta reparación. Tenía mi bolso de natación y pensé “hoy sí voy a ir a nadar después de arreglar el carro”, pero a la mitad del camino hacia el taller mecánico cambié de opinión y de dirección y decidí manejar hacia el centro acuático. Me dije a mí misma: ¿dónde están mis prioridades? Tengo que hacer primero lo que me hace feliz, entonces hice lo que tenía que hacer: ir a nadar primero y luego me fuí a donde el mecánico de mejor ánimo. Si soy honesta, debo decirte que el buen ánimo no me duró mucho porque después tuve que esperar por horas en el taller y gastar más de lo que pensé en el arreglo, pero… ¡Nadé!. Me puse en primer lugar y esto me dejó una gran lección. 

Definir tus prioridades es importante, definir tus no-negociables es clave para encontrar ese balance que todos estamos buscando. Cuando nado, me siento fuerte, siento que estoy haciendo algo positivo para mi cuerpo y eso me hace sentir bien. ¿Y qué de ti? ¿Cuáles son esos no-negociables a los que quieres sacarles tiempo? ¿Qué te hace feliz? Deseo que cuando lo definas, hagas un espacio en tu vida diaria y disfrutes esos momentos para ti y por ti. 

Manuelita  

Mi cuaderno bonito

manuelita otero

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Esta última Navidad recibí de regalo un cuaderno en cuero divino. Fue un regalo especial de alguien que, aunque no me conocía muy bien, se tomó el tiempo de averiguar que me gustaría recibir. Este cuaderno es tan elegante y lindo que decidí utilizarlo para algo especial, algo único. 

Una semana antes había visto una serie en televisión llamada Two Weeks to Live. Kim, la protagonista, tenía un cuaderno con el título: Things to Do in the Real World (Cosas para hacer en el mundo real), entonces decidí hacer mi propio cuaderno con todas las cosas que quiero hacer. Hay una gran diferencia entre los objetivos para el año o las metas que nos proponemos en diferentes áreas de la vida, como el trabajo, y esas cosas que queremos hacer simplemente porque nos hacen felices. No es una “Lista de cosas para hacer antes de morir” porque eso me aterra. ¡Es deprimente hacer una lista de cosas que quiero experimentar antes de morir! Para mí esas listas son un recordatorio permanente de la muerte. Yo sé que algún día moriré, pero no tengo que tenerlo presente todo el tiempo. Además si fuera una lista con el objetivo de hacer cosas antes de morir, ¿qué pasaría una vez termine todo lo que está en mi lista? (Lo que me preocupa porque solo he escrito dos cosas...)

A través de los años he aprendido quién soy, qué me gusta y qué no me gusta. He aprendido a amarme porque eso es lo que necesito para amar mejor a otros. Soy consciente de mí misma por eso no entiendo por qué se me está dificultando tanto escribir más cosas en mi precioso cuaderno. Lo he pensando un tiempo, pero aún no tengo una respuesta y estaba esperando poder entender mejor las causas mientras escribo este blog. Pero incluso si no encuentro las respuestas que estoy buscando, ha sido bueno recordar que conocerse uno mismo toma tiempo. Es un viaje que dura toda la vida. Debo celebrar mi progreso, y al mismo tiempo emocionarme por todo lo que viene. Hay mucho que necesito aprender, dejar, analizar, compartir. Soy un ser complejo, todos lo somos y eso está bien. 

De pronto no he escrito muchas cosas porque por años he sentido que el tiempo es un recurso limitado y que debo invertirlo en cosas que sean “productivas”. Sin darme cuenta, he decidido que ciertas cosas no merecen mi tiempo, aunque me hagan feliz. Por ejemplo, no he pintado en muchos años, y pintar es importante para mí porque durante mi primer año en la universidad eso era lo que quería estudiar y a lo que me dediqué todo ese primer año. Entonces, algo dentro de mí sí disfruta el arte, pero como eso toma tiempo y tenía otras cosas para hacer, lo he ignorado cuando hay alegría en pintar sólo por el hecho de pintar. 

De pronto no me he regalado a mí misma tiempo suficiente para soñar. De pronto la “planeadora” que vive dentro de mí está cuidadosamente filtrando lo que es posible y lo que no. Necesito darme la oportunidad de ver más allá, de dejar mis sueños crecer, de retarme a mí misma y ver las posibilidades. Necesito aceptar que puede que nunca pase, pero escribir lo que deseo hacer, lo hace un poco más real. 

O de pronto simplemente no me interesan esas aventuras “grandes y emocionantes”, como hacer  bungee jumping o nadar con tiburones o todo ese tipo de cosas. De pronto mi vida es un poco más “aburrida” de lo que pensé. Me encanta viajar, explorar, aprender de nuevas culturas y conocer nuevas personas, pero soy feliz simplemente caminando, tomando café y viendo a la gente pasar. Creo que eso lo voy a anotar en mi cuaderno porque quiero hacer exactamente esto en diferentes ciudades del mundo. O de pronto estoy contenta con mi vida. Lo que por mucho tiempo he visto como algo negativo porque lo relacionaba con estar “conforme” y lo veía como algo malo porque creía que no estaba buscando algo mejor, pero al analizar el significado de esta palabra: “Satisfecho, complacido...” ¡Eso me gusta! 

He disfrutado procesar mis pensamientos en este blog y recordar que algunas preguntas tienen muchas respuestas. Estoy emocionada por darme más libertad para escribir cosas que quiero hacer y al mismo tiempo disfrutar mi día a día. Me encantaría saber si vas a comenzar tu propio cuaderno, no solo porque la vida es maravillosa y mereces hacer lo que amas, también porque puedes. 

Manuelita 


¿Todo esto cómo me va a cambiar?

manuelita otero

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¿Alguna vez has estado en una situación, o has tenido que tomar una decisión, que sabes que cambiará tu vida para siempre? Lo hayamos notado o no, todos hemos estado ahí una y otra vez. En este momento, durante esta pandemia, todos estamos pasando por algo de este estilo al mismo tiempo, y no lo podemos ignorar. Todos estamos siendo forzados a enfrentar situaciones extremadamente difíciles; estamos siendo testigos de cómo el mundo no va ser el mismo, y estamos siendo conscientes del “poco” control que tenemos sobre nuestras vidas. Todo está cambiando en cuestión de pocos meses.  

Para ser honesta, yo no he sentido la cuarentena como muchas personas tal vez sí la han sentido. Tengo aún mi trabajo, que me mantiene muy ocupada, y no tengo el estrés de no saber cómo pagar mi vivienda. Mis hijos ya son grandes y autosuficientes, entonces tampoco tengo que hacer homeschooling con ellos o preocuparme de cómo ocupar su tiempo. Sin embargo, aún los tengo cerca y no me siento sola. Por el contrario, compartimos buenos tiempos juntos.  Aquí en Atlanta aún podemos salir a caminar. Salgo a tomar el sol y a hacer ejercicio. Sé que muchas personas están enfrentando problemas complejos y cada día es un reto grande, pero yo no quiero hacer lo que usualmente hago, que es sentirme culpable porque no la estoy pasando tan mal como otras personas y minimizar mis sentimientos. La comparación nunca es algo bueno. Todos somos únicos y estamos enfrentando situaciones diferentes enmarcadas en una situación grande y terrible que está afectándonos alrededor del mundo. La clave aquí es mirar nuestras propias vidas. Cómo esta situación me está afectando a mí y cómo me va a convertir en una mejor persona. La vida no puede ser la misma después de esto. Yo siento que tengo que aprender una lección, crecer, apreciar, abrir mis ojos y mantenerlos abiertos aunque el mundo vuelva a la “normalidad”. No quiero olvidar cuánto estoy extrañando las cosas pequeñas, esas cosas que daba por seguras y que ahora me encantaría experimentar. Quiero recordar lo valioso que es un café con un amigo y cuánto vale de verdad un abrazo. Un momento a solas en mi café favorito no tiene precio y compartir con la familia es un hermoso regalo. Quiero recordar que el trabajo es una maravillosa bendición y que la vida es muy frágil. Estoy haciendo una lista de todas las cosas que quiero hacer y que hago a un lado porque no tengo el tiempo o la plata para hacerlas. Probablemente no las voy a poder hacer todas al mismo tiempo, pero de pronto -y sólo si me pongo seria, ahorro y tengo la actitud y creo que puedo- las lograré hacer algún día. 

Yo quiero hacer algo que ame cada día y quiero demostrar a las personas alrededor mío lo mucho que significan para mí. La vida es una aventura preciosa y no puede ser una simple “rutina segura” donde el tamaño de los sueños es controlado por el miedo y la necesidad de tener sólo estabilidad. El momento es ahora, sino para que ocurran mis sueños, por lo menos para iniciar el plan que va a hacer que sucedan.

Todos hemos vivido estas semana de diferente manera. Hemos perdido seres queridos, o hemos perdido ingresos, o nuestro trabajo… De pronto hemos perdido mucho. Admiro a las personas que están peleando por sus vidas en los hospitales alrededor del mundo y que además, lo están haciendo solos. Lloro por los padres que están sufriendo porque no pueden generar el dinero suficiente para alimentar a sus familias. No puedo siquiera imaginar cómo estará la economía en un futuro cercano. Pero también estoy asombrada con la fuerza de aquellos que han estado trabajando por largas horas como proveedores de la salud ayudando a la gente. Sonrío pensando en cómo las mamás y los papás están apoyando, enseñando y acompañando a sus hijos en casa, usando actividades y juegos creativos para entretener a sus hijos y teniendo un buen tiempo en familia en meses en los que estamos viviendo bajo mucha presión. Siento el amor de nuestros estudiantes y sus familias por medio de las tarjetas, regalos, llamadas e incluso parades alrededor de las casas de nuestros profesores. Amo ver a las familias compartir juegos, oraciones virtuales y disfrutando de su compañía. Donde hay voluntad, hay un camino y juntos lo lograremos.

Al inicio de este 2020 me puse como objetivo ser intencional, audaz y estar presente. Quería sentirme llena y dar todo lo que puedo de mí y, ahora más que nunca, quiero lograr ese objetivo. Quiero que esta pandemia me enseñe lo que necesito aprender y luego quiero que desaparezca. Así que mejor aprendo rápido porque creo que todos estamos listos para que termine. Un fuerte abrazo para ti porque extraño los abrazos y porque todos los necesitamos. Eres más fuerte de lo que piensas y esto también pasará.

Manuelita

Hablemos del miedo

manuelita otero

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Seamos honestos, todos tenemos miedo de algo. Miedo a la oscuridad, a las alturas, a hablar en público o a estar solos… tú sabes que la lista puede ser larga. Pero, ¿dónde quedan los otros tipos de miedo? ¿Esos miedos que no son cosas, pero que nos preocupan como sentimientos, emociones o situaciones que usualmente nacen de momentos negativos que vivimos en el pasado? Estos miedos son más difíciles de identificar, aceptar y de ponerlos en nuestras conversaciones, pero son tan reales como cuando no nos atrevemos a dormir sin una luz encendida en la noche. 

La vida es maravillosa, pero dura al mismo tiempo, y a medida que avanzamos algunos eventos dejan cicatrices muy profundas. Aprendemos, crecemos y nos fortalecemos, pero nadie puede negar que algunas cicatrices duelen y dejan efectos secundarios que cargamos a lo largo de toda nuestra vida. Y entre más queramos ignorar eso que aún nos “asusta” y distraernos con otras cosas, ese equipaje pesado va a salir y va a afectar nuestras vidas hasta que decidamos enfrentarlo y tratar con él. 

De pronto tenemos miedo de que alguien nos vuelva a herir de nuevo, de pronto tenemos miedo de fallar porque creemos que no somos suficientes. De pronto tenemos miedo de ser o parecer vulnerables, entonces no confiamos en las personas y no queremos abrir nuestro corazón. Aprendemos a vivir con estos miedos de tal forma que se mezclan con nuestras vidas cotidianas pasando desapercibidos hasta que algo ocurre. Aparece una oportunidad, un ascenso, esa persona que nos gusta, una idea nueva, una decisión que tomar… En fin, puede ser cualquier cosa y llega inesperadamente sacudiéndonos hasta lo más profundo.

Cuando esto pasa hay dos cosas que puedes hacer: Ignoras la situación y huyes argumentando que estás bien como estás, que te gusta tu trabajo actual o que no te quieres involucrar con alguien. O escoges la otra opción que requiere tiempo, honestidad e ir más allá de tu miedo y analizar un poco más toda la situación. 

Últimamente he estado pensando mucho y he sido honesta acerca de mis miedos. Usualmente siento que tengo que ser fuerte. Entonces se siente bien cuando me doy el permiso de ser vulnerable y aceptar que aunque haya trabajado duro en varios de mis procesos, heridas y miedos, aún hay dolor y equipaje que debe ser tratado para que se vuelva más ligero. El proceso no es mi parte favorita, pero las revelaciones, las lecciones, los puntos que se conectan y el sentimiento que nace de aprender de mi parte más joven hace que valga la pena. 

La libertad es una cosa muy bonita y la libertad frente al miedo es alegría pura. Quizás nunca podremos liberarnos totalmente de los miedos, pero el hecho de que decidamos mirarlos de frente es algo empoderador y que trae sus grandes recompensas. Y eso es justo lo que tenemos que hacer: lidiar con los miedos como una decisión, sin escondernos. Trabajar en las situaciones difíciles del pasado, revisar cómo está tu corazón respecto a las personas que te han herido, revisar las decisiones que has tomado… Mirar todas esas cosas que tratamos de esconder con mucho esfuerzo.

Todos estamos un poco rotos, todos necesitamos hacer una pausa y revisar si hay miedos que aún nos persiguen. No es una tarea fácil, pero no tienes que hacerla sola. Encuentra tu círculo, encuentra personas que han estado ahí y te pueden ayudar, encuentra soporte profesional. Sé sabia en tu acercamiento y paciente mientras caminas por esa situación. Toma tiempo deshacer cosas que se han estado formando por mucho tiempo. Es un proceso. Un proceso largo y a veces difícil que de pronto deje preguntas sin respuestas.

Lo que tú eres ahora está en tus manos. Tu pasado de pronto haya influido o afectado muchas cosas, pero tú puedes decidir qué hacer y a dónde ir ahora. 

Manuelita


Conocerte a ti misma: una aventura para toda la vida

manuelita otero

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¿Alguna vez has tenido esas semanas que parecen mezclarse una con otra? ¿Esos días que, una vez terminan, caes en la cama rendida y te sorprende ver cómo “sobreviviste”? Nuestras vidas parecen estar cada vez más ocupadas y es interesante que cuando eso sucede te adaptas y sigues. Haces que funcione: te levantas temprano, te acuestas tarde y utilizas cada minuto que tienes disponible para lograr hacer todo lo que tienes por hacer. Chequeas todas las casillas de la lista de cosas por hacer, ¿pero te chequeas a ti misma? Pensar que podemos hacerlo todo, es algo que en vez de inspirarnos, más bien nos lastima porque terminamos poniendo mucha presión sobre nuestra vida. De pronto tú puedes hacerlo todo, pero no al mismo tiempo ni en todas las etapas. De pronto puedes hacerlo todo, pero con el apoyo de personas a tu alrededor. Por eso es saludable e inteligente hacer una pausa de vez en cuando y preguntarte: “¿cómo estoy de verdad?”

En Happily a menudo hablamos del autoconocimiento porque creemos que conocerte es además de una gran fortaleza, una necesidad y algo que puedes disfrutar. Yo estoy disfrutando el proceso de conocerme a mí misma. Ha tomado tiempo, pero cada paso vale la pena. He aprendido a calmarme un poco incluso cuando no creo tener tiempo suficiente porque sé que si no lo hago así, las cosas no van a terminar bien. Ahora, noto las señales y me pregunto qué me está faltando, qué necesito y por qué las cosas no están fluyendo y qué necesito hacer por mí, así sea hacer por un par de minutos algo que me encanta. He aprendido a decir “no”, a perdonarme y a cuidar mi paz. Todavía hay tanto por aprender, pero ahí está justamente la belleza de conocernos: es una aventura para toda la vida.

Es extraño como a menudo permitimos que las situaciones y algunas personas nos estresen y definan nuestras acciones. Nos quejamos porque no podemos controlar las cosas, pero hay suficientes cosas que sí podemos hacer para traer un poco de orden al caos. Podemos definir ciertas reglas y podemos establecer límites para mantener nuestra paz y alegría. El amor propio es intencional y no simplemente sucede y, si no lo planeas, se puede perder en un mar de cosas por hacer. Es continuo, algo que es parte de tu día a día, aun cuando tengas miles de proyectos en el trabajo o aún cuando estés pasando por alguna dificultad personal. El amor propio no es para cuando te quede tiempo, es para todo el tiempo.

No tengas miedo de hacerte preguntas difíciles y no esperes contestarlas todas de una vez. No des por sentado tu tiempo a solas, cuida tus sueños y date el permiso de trabajar en ellos para que se cumplan.

Manuelita


¿Qué te quieres regalar?

manuelita otero

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¿Qué piensas cuando escuchas la palabra “amor”? Esta palabra ha sido utilizada de una y otra manera, sin pensar muchas veces en cómo se usa e incluso dañando un poco la percepción que podamos tener sobre el amor. Pero es importante sacar tiempo para responderse uno mismo: ¿Qué significa amor para mí? Porque seguramente no quieres pasarte la vida entera sintiendo o viviendo lo que otros han decidido que significa el amor. Por el contrario, tú quieres vivir plenamente amando y siendo amada.

Durante febrero se habla mucho sobre el amor porque en Estados Unidos se celebra el día de San Valentín. A mí me encantan las celebraciones. De hecho, creo que todo debería ser celebrado, eventos grandes y también cosas pequeñas, pero San Valentín es uno de esos días que, en mi opinión, se sienten un poco forzados y ponen demasiada presión sobre las personas.

No sé muy bien ahora cómo celebren en los colegios y universidades San Valentín, pero recuerdo hace unos años, bueno, hace muchos años, cuando estaba en high school, que este era uno de esos días en los que uno prefería no ir. Durante el último bloque de clases se escuchaba una voz en el intercomunicador llamando, casi siempre sólo a niñas, a la recepción del colegio. Ellas regresaban cargadas de globos, regalos, tarjetas y chocolates. A mí nunca me llamaron a recoger detalles en el colegio en el día de San Valentín y está bien, eso no arruinó mi autoestima, pero, honestamente, durante ese rato -mientras tocaba esperar a que la clase terminara y las chicas recogieran sus regalos- muchas cosas pasaban por mi mente y algunas dudas acerca de mí misma hacían ruido por ahí.

La joven de esos días de San Valentín es una persona muy diferente a la mujer que escribe este blog hoy... Esa es una de las grandes cosas que pueden llegar con los años: sacas tiempo para conocerte y quererte mejor. De hecho, eso es lo mejor que puedes hacer por ti misma. Sientes libertad cuando te sientes cómoda en tu propia piel sin necesidad de compararte y cuando entiendes, abrazas y celebras quién eres, con tus imperfecciones y todo. Cuando haces esto de corazón, no necesitas chocolates, ni flores, ni diamantes para saber lo preciosa que eres. ¿Es bueno recibir estos regalos y muchos más? ¡Por supuesto! ¿Acaso a quién no le gustaría? ¿Es importante que parejas, amigos y familiares se demuestren amor en este tipo de fechas? ¡Sí! Pero un regalo o un detalle, no es algo que realmente nos define como mujeres. Recibirlos o no, no determina que valgamos más o menos y definitivamente tampoco implica que entre más grande el regalo, entonces más nos quieren.

La pregunta es: ¿Qué te vas a regalar a ti misma? Pero no solo en San Valentín sino todos los días de tu vida. Mi recomendación es que te regales tiempo para ti. Tiempo para descubrir tus dones y habilidades, para saber qué te gusta y hacerlo. Tiempo para conocer tu propósito y, una vez lo descubras, vivir cada día en él. Tiempo para descansar, reír, para hacer cosas sencillas y disfrutar la vida con quienes amas. ¡Eso es amor propio! Y puede que suene fácil, pero este tipo de amor requiere tiempo, esfuerzo y hasta disciplina porque habrá mil y una cosas que querrán distraerte de tu plan y mantenerte sólo en las carreras diarias.

Haz de tu vida una prioridad y dedícate el mismo tiempo, amor y atención que le das a otros.  Si quieres continuar conversando acerca de este tema, échale un ojo a nuestro libro First Love que es una invitación clara a explorar el significado real del amor, ese amor que no se siente pesado y que te permite ser la mujer preciosa y única que estás llamada a ser.

Manuelita @manuelitaotero

Síguenos en Instagram: @happilyiam



Dorado y resplandeciente

manuelita otero

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Hace un par de años, cuando mi hermana Violeta le contó a mi mamá que no quería seguir estudiando Ingeniería Industrial en la Universidad de los Andes -una de las mejores universidades en ingeniería de Colombia-, yo creo que a mi mamá casi le da un infarto. Hoy todos en mi casa estamos trabajando alrededor de la cocina, que es la verdadera vocación de mi hermana. Incluso mi mamá, que se encarga de hacer las mermeladas y los dulces de frutas que llevan los productos de Aurelia Bakery.

Aurelia es el nombre de la única gata que hemos tenido en casa. Gata que cuando llegó creíamos que era gato y por eso se llamó Aurelio; luego, cuando descubrimos su verdadero género, ¡tremenda sorpresa nos llevamos! Esa sensación fue parecida a cuando todos creíamos que Violeta sería ingeniera industrial, porque es muy hábil con los números y luego descubrimos que no. Que su vida laboral estaría más bien lejos de las ingenierías, porque lo que le encanta es la cocina y tiene un talento increíble para vivir metida de cabeza en ella.

Ah, sí… Aurelia es también el nombre de nuestro emprendimiento. El emprendimiento de Violeta y mío.

Nuestras ganas de emprender algo juntas como hermanas nació en París, cuando Viole y yo nos reencontramos bajo el mismo techo después de muchos años sin vivir juntas. Violeta llegó a París a estudiar gastronomía francesa y a reforzar técnicas de cocina que había aprendido en una reconocida escuela en Bogotá: la Mariano Moreno. Yo, por mi lado, llevaba un buen tiempo en París. Andaba en ese entonces muy seducida por la vida que se puede vivir allí y sumergida en mi trabajo entre  arbitrajes y leyes. Aunque no nos veíamos durante el día, en las noches siempre nos encontrábamos alrededor de un pancito, una tartaleta, una baguette o cualquier petit truck (cosita) comprada en la boulangerie (panadería) cerca a casa. En París, el paso por una boulangerie es casi obligatorio al menos una vez al día -en invierno, quizás dos-, y es “regla de oro” visitar una antes de llegar a una casa como invitado.

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Entre las delicias que traía mi hermana de su trabajo y escuela, las compras diarias hechas en las boulangeries y las ganas de emprender algo juntas, empezamos a soñar con tener un taller de panes y tortas artesanales en Yopal, nuestra ciudad natal, en pleno corazón del llano colombiano. En nuestro taller podríamos ofrecer productos que tuvieran una mezcla de técnicas de panadería francesa, algo de las recetas tradicionales de mi mamá, quien las heredó de doña Ceci, mi abuela -una mujer increíble, entregada al arduo trabajo del llano- y los secretos que mi hermana aprendió en las tardes familiares de preparar amasijos al calor de un buen café.

Hoy Aurelia Bakery es una realidad. Ofrecemos tortas deliciosas, panes artesanales, panes especiales y pasabocas preparados a mano, día tras día, sin conservantes y con el visto bueno de nuestra familia -que por cierto, es bastante numerosa-. Nuestros productos siempre están frescos y son el complemento perfecto de una celebración en casa, en la oficina o en la finca. Son también ideales como el postre del almuerzo o para recibir amigos con algo rico y antojador. Cuando se desea compartir algo con cariño, las excusas siempre sobrarán.

Aurelia significa “dorado y resplandeciente”. Por ello, esperamos llegar a todas las casas a iluminar las  celebraciones, las mañanas, tardes y noches entre amigos y familia.

¡Bendito el día en que mi hermana tuvo el valor de decir lo que quería hacer con su vida! ¡Benditos mis papás, que se han ido adaptando a nuestra nueva vida de emprendedoras! ¡Y bendita toda mi familia, que ha hecho parte indispensable de esta historia… la de esta fábrica de pan! Bon Appétit!

Por Sara Miranda | @sariemiranda   

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Soy Colombiana, Master en Derecho Comercial. Me encanta viajar, estar con mi familia y disfrutar de un buen vino. Mi propósito diario es estar feliz y agradecida. Amo los retos y las nuevas aventuras,  por eso estoy de regreso en Colombia, después de haber vivido 8 años en París. Creo en el deporte como cura para el desamor, en los remedios de mi mamá, en mis amigas del alma y en Dios, que nunca me ha abandonado.

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Para hacer tu pedido en Yopal contáctanos: Cel. 312 509 8478 Mail: bakeryaurelia@gmail.com



¡Por mí!

manuelita otero

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Cuando vivimos en Singapur mi hija y yo decidimos tomar lecciones de canto. Todos los sábados dejábamos a los chicos y caminábamos a un McCafe gigante que quedaba cerca a nuestro apartamento y compartíamos un pie de manzana. Usualmente yo me tomaba una taza de café bien grande mientras mi hija jugaba con los masmelos de su chocolate caliente y hablábamos durante una hora. Después de nuestro desayuno -sí, por muchos sábados este fue nuestro desayuno- íbamos a nuestra clase de canto. Yo siempre he querido cantar y como a mi hija siempre le ha gustado la música, era la perfecta mañana para las dos.

Nikka tiene una voz preciosa y cantar para ella es algo muy natural; yo, por el contrario, no logro hacer bien ni un tono de voz. No puedo cantar, ni siquiera un poquito. Ya se imaginarán cuánto nos reímos en esa clase. Al comienzo honestamente pensé que podría aprender, pensé que si tomaba las clases podría mejorar, pero después de algunas lecciones fue evidente que cantar simplemente no era lo mío o, por lo menos, no en público. Tomamos la clase durante todo el año que vivimos en Singapur y disfrutamos cada sábado en la mañana. No tenía que atinarle a cada nota, o recordar la melodía de la canción, sólo quería estar ahí porque lo disfrutaba, por el simple placer de hacer lo que me gusta.

Vivimos en una sociedad agitada, en la que hay que ir e ir tras las cosas. Una sociedad en la que el tiempo es precioso y necesita ser utilizado sabiamente. Para muchos pasar tiempo haciendo algo en lo que no eres “exitosa” podría considerarse una pérdida total de tiempo porque este tiempo podría invertirse haciendo algo más “productivo”. Hoy en día pareciera que si vamos a invertir tiempo y dinero en algo, tenemos que hacer que cuente y, créanme, yo soy una de esas personas que quiere exprimir lo que más pueda cada minuto, pero no todo en la vida es productividad y números. Ni siquiera cuando tienes buenas ideas y tu corazón está en el lugar correcto. También tienes que separar tiempo para hacer lo que amas por la simple razón de que disfrutas hacerlo. ¿Cómo puedes medir el éxito de algo que te hace feliz, o la belleza de crear un lindo recuerdo, o la simple felicidad de disfrutar completamente el presente y estar en el momento? No hay precio ni un indicador del retorno de la inversión para este tipo de cosas. Esa es la belleza de la vida.

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por la alegría de hacerlo? ¿Algo que hiciste por ti, no por tu familia ni por las historias en tu instagram, ni para mostrarle a otros, sino porque te hizo feliz? Sin necesidad de explicaciones ni excusas. ¿Cuándo fue la última vez que tomaste tiempo a solas para pensar y descubrir lo que amas hacer? A veces en las carreras del día a día olvidamos tomar una pausa y simplemente ser. La vida pasa rápido y si no separamos intencionalmente tiempo para nosotras mismas, simplemente no va a suceder y la alegría de ser es algo muy valioso para dejarlo a un lado.

Mi hija es ahora una joven y, aunque ya no tomamos clases de canto juntas, a menudo vamos a coffee shops, compartimos un postre y hablamos por horas tomando café. ¡Las cosas buenas nunca cambian!

Manuelita

Menos planes, más objetivos

manuelita otero

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El otro día mi hijo, que juega tenis para su universidad, fue entrevistado para el periódico de la universidad y le preguntaron si tenía alguna recomendación para los estudiantes del equipo que vienen el próximo año. Él les contestó: “Algunos días no vas a tener ganas de levantarte y entrenar, pero, aun así, hazlo. Puede que te sientas frustrado, cansado, aburrido, agotado, pero, aún así tienes que hacerlo. Continúa (grind) y confía en el proceso”. Mi hijo ha jugado tenis la mayor parte de su vida y “grind” es una de sus palabras favoritas, la que según el Urban dictionary significa “cuando alguien se esfuerza por alcanzar su meta”. Esta semana mientras pensaba que quería escribir para este blog, escuchaba sus palabras una y otra vez: “Esfuérzate y confía en el proceso”.

A veces es fácil darlo todo por tus objetivos y metas porque las cosas fluyen según el plan y los resultados son favorables y evidentes, pero a veces… -y tú sabes a qué momentos me refiero-, no hay un camino claro, nada parece estar funcionando y hay tantos obstáculos que comenzamos a dudar hacia dónde vamos. O, de pronto, miras tu vida y no estás donde pensabas que ibas a estar y es difícil luchar por tus metas sin darte por vencido cuando estas ya no son tan claras. ¿Cómo enfocarse y mantener la pasión y la energía?

Podrías acudir a conferencias motivacionales que te pueden dar “cinco pasos” para alcanzar tus objetivos y obtener todo lo que has soñado. Pero, siendo honesta, la motivación solo te puede llevar hasta cierto punto porque la vida a veces es “desordenada” y puede parecer confusa cuando ocurren cosas inesperadas y una lista de 5 pasos nunca va a incluir todas las posibilidades de lo que te puede pasar, lo que en mi opinión está bien pues, ¿quién quiere tener toda su vida totalmente descifrada, planeada y lista? ¿Qué tan divertido en realidad sería eso? Lo que hay que hacer es ir más profundo y eso solo lo puedes hacer tú.  

Yo veo mi vida y es tan diferente a lo que pensé que iba a ser. Estoy agradecida por quien soy y donde estoy, pero siendo honesta, pensé que mi situación sería otra muy diferente. Mi vida tomó unos giros inesperados y rápidamente tuve que ajustar mis planes una y otra vez hasta que dije menos planes y solo un objetivo claro en qué enfocarme porque todos esos cambios me estaban dando demasiado duro y sentía que no podía más.

Yo creo que estamos tan aferrados a nuestros planes porque nos dan una idea de lo que viene y cierto control, pero en realidad, es muy poco lo que podemos controlar en ciertas situaciones. Decidí que iba a enfocarme en las cosas que podía controlar y dejar ir las que no. Puedo controlar mi actitud, mi respuesta a las situaciones, mis emociones (sí, esas se pueden controlar, por lo menos en público), puedo controlar lo que escucho y en lo que creo. Puedo decidir cómo invierto mi tiempo y cómo utilizo los regalos y talentos que he recibido. Para mí eso es suficiente. Así que comencé a entregar mis “amados planes” y abrir mis manos y mi agenda a lo inesperado. Desde que hice esto soy más feliz porque es una actitud liberadora ante la vida. No tengo expectativas tan controladas por un plan o una agenda muy estricta, entonces estoy abierta a las oportunidades que llegan. Yo creo que una de las razones por las que la gente no es tan feliz es porque no tiene lo que de verdad quiere. Muchas veces, sin darse cuenta, hay algo mucho mejor a la vuelta de la esquina.

Cuando no estamos obsesionados con “algo que queremos” es más sencillo estar abierto a las posibilidades y podemos recibir cosas nuevas de manera sorprendente. ¿Todavía hago planes? ¡Definitivamente sí! Me encantan mis cuentas regresivas y las listas de cosas por hacer, pero las puedo cambiar tan rápido como lo hago porque ya no me siento atada a ellas y, además., siempre estoy buscando oportunidades y opciones diferentes. ¿Significa esto que estoy por todos lados? Sí y no. Como lo mencioné antes: “menos planes, más objetivo”. Tengo claro quién soy, lo que me gusta, lo que me apasiona y mis fortalezas, entonces me puedo enfocar en estas cosas. Por eso es por lo que continúo, me esfuerzo y disfruto el proceso. Me enfoco en mi propósito porque sé que estoy aquí para algo grande, más que simplemente para ocupar un espacio y, por cierto, tú también.

Manuelita @manuelitaotero

Este año, un propósito

manuelita otero

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Al comienzo de cada año algunas personas tienen la tradición de hacer propósitos de año nuevo. Yo soy una de esas personas. Compro un cuaderno nuevo y con marcadores de colores que me gustan comienzo a escribir la lista de resoluciones. Incluso hago un horario perfecto en el que tengo tiempo para hacer todo lo que quiero. Se ve precioso, pero desafortunadamente hasta ahora no he logrado cumplirlo ningun año.

Este año, en cambio, pensé: qué tal si solo me concentro en un objetivo ¿Qué tal si mi propósito de 2018 es amarme radicalmente y ya? Si ese es mi objetivo para el nuevo año, pues seguramente sacaré tiempo suficiente para leer la palabra de Dios cada mañana, haré ejercicio porque me hará sentir mas fuerte y así tendré más energía, me acostaré temprano porque mi salud es más importante que cualquier cosa que me esté manteniendo despierta hasta tarde. Comeré de manera más saludable porque es mejor para mí. Leeré más, me rodearé de gente positiva y dedicaré mucho más tiempo a hacer lo que me gusta. La forma en como me siento acerca de mí misma afecta todo en mí y todo lo que me rodea; así que sí me concentro en amarme de verdad, esto puede ser una fuerza muy grande que me acerque hacia mis metas o si me descuido y no me amo lo suficiente esto puede ser una voz que me llena de miedo, cansancio y dudas que se fortalece comparándome con otros y con los remordimientos y culpas que aparecen del pasado. Así que si amarme es tan importante, ¿no debería ser esta mi meta no sólo de inicio de año sino cada día de mi vida?

Me encantan programas como Criminal Minds y Law and Order SVU. Puede que suene extraño cuando digo que me ayudan a relajar porque estos shows tratan temas pesados y situaciones complicadas que pueden suceder en la vida real. Pero lo que realmente me gusta de estos programas es cómo los detectives toman una situación, obtienen pistas, analizan la evidencia, se cuestionan y piensan en soluciones y respuestas. No es un trabajo fácil, pero el resultado final vale la pena y por eso lo hacen. Así es como quiero aproximarme a la forma de amarme a mí misma. Quiero analizar por qué hago lo que hago. Quiero ir más profundo, ir más allá, ser más valiente y enfrentar las cosas del pasado que aún me incomodan y me afectan. Quiero reunir las pistas, analizar la evidencia, hacer preguntas y pensar; porque el proceso vale la pena, porque el resultado va a ser mucho mejor para mí y porque para amarme radicalmente necesito enfrentar y atacar situaciones de raíz. Amarme radicalmente requiere respuestas a preguntas difíciles, perdón a personas que me han herido en el pasado, sacrificio al eliminar cosas tóxicas en mi vida y alejarme de personas con las que tal vez no me conviene tener una relación cercana. No es un camino fácil, pero es una experiencia maravillosa porque amarme radicalmente es ser honesta y permitirme ser yo misma. El primer paso puede que no se sienta muy bien ahora, en el presente, pero hará una gran diferencia en el futuro.

Sea cual sea tu objetivo este año, recuerda que cada día es un regalo, una oportunidad para amarte y para amar a otros. No dejes que el miedo se atraviese impidiendo que te conozcas profundamente y disfrutes lo valiosa que eres. ¡Este año va a ser increíble!

Manuelita @manuelitaotero

¿De qué lado estás?

manuelita otero

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¿Qué tantas veces en tu vida te has encontrado pensando en cómo tener balance o buscando el balance como ese gran premio por ganar? A mí, en los últimos años, me ha impresionado un poco cómo la obsesión por tener “balance” en la vida nos ha llevado a muchos, en varios momentos, a vivir, irónicamente, más bien como desbalanceados. Esto, a mis ojos, pasa cuando dejamos de disfrutar la vida y nos estresamos más de la cuenta tratando de alcanzar ese tan anhelado balance que se vende por estos días.

No voy a negar que es saludable y hasta bonito que por muchos medios se nos esté hablando de los beneficios y de la importancia de llevar una vida balanceada:  “mantenga la armonía entre el trabajo y el descanso, conserve el equilibrio entre su tiempo libre y el estudio, aliméntese de forma balanceada, invierta su dinero equilibradamente entre usted, sus proyectos y su familia …” y así, sucesivamente. Claro, es sensato evitar los extremos que pueden perjudicarnos; pero, por otro lado, también es sensato reconocer que algunas veces este bombardeo sobre la importancia del “balance”, se convierte en una obsesión por tener “la vida 10”, es decir, la vida perfecta. Y como esa vida no existe -por lo menos aquí en la tierra-, entonces es justo ahí, en esa delgada línea, donde empieza a ocurrir el efecto contrario: queriendo tener tanto balance en todo y con todos, terminamos ignorando que las victorias son un proceso, que somos humanos - sí, día a día cometemos errores-, que somos únicos, con historias diferentes y por eso mismo los centros de la balanza no son seguramente los mismos para todos y, además, olvidamos que algunos balances llegan primero que otros. Así que es casi imposible que nos podamos mantener justo en la mitad de la balanza.

Para ponerlo un poco más en blanco y negro, quiero compartir que es justo lo que a mí me estaba pasando con la educación de mi chiquita hasta hace unas pocas semanas. Corrí como loca tras el balance por más de 5 años. Desde antes de que naciera yo ya leía, escuchaba y pensaba qué bueno sería ser esa mamá inteligente que iba a ponerle límites a su hija desde chiquita, pero que también iba a ser flexible y amorosa; esa mamá que iba a darle muchos gustos, pero que también le iba enseñar que a veces en la vida hay que escuchar algunos “no”; que iba a consentirla mucho, pero no a malcriarla; y así hasta llegar a ser la “mamá modelo” que iba a lograr encontrar el “balance perfecto” para que su hija fuera “feliz”.

En gran medida sí me ha servido un montón pensar así para ser “una buena mamá”, por decirlo de alguna manera, pero por otra parte tengo que admitir que el balance en mi maternidad se convirtió poco a poco en tal obsesión que creo que me la pasaba más horas trabajando en sentirme balanceada que disfrutando el tiempo de manera menos prevenida y más fluida con mi hija. El anhelo de darle unas bases y una educación perfecta (porque así no lo admitamos muchas veces sí queremos darles a nuestros hijos una educación perfecta), me distrajo en más de una ocasión de lo que de verdad me llena: verla sonreír, sentirnos conectadas y estar con ella sin tanto juicio y regaño en las buenas y en las malas; así que hace poco y sin pensarlo tanto decidí que con ella la balanza en esta época de nuestras vidas iba a estar más bien inclinada hacia el lado de la flexibilidad en vez del de la exigencia y la súper disciplina y que además va a tener uno que otro toque de alcahuetería o “extremo consentimiento” -porque eso es lo que a nuestra relación y a nuestras circunstancias en este momento le funciona mejor-.

No fue fácil decidirlo, menos aún decirlo, pero así es. Prefiero hacer esto y aunque no  me sienta tan centrada, no quiero seguirle entregando muchas de mis horas al estrés, la presión y la aspiración a la perfección. Combinación, por cierto, poco grata para el corazón. No estoy en contra de que hagamos lo posible por ser mejores personas en todo lo que podamos, pero por esta vez quiero intentar regalarme un nuevo año menos “balanceado” y mucho más relajado.

Ana

¡Es mi tiempo!

manuelita otero

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¿Alguna vez has querido hacer algo que sabes que te hace muy feliz, pero parecía un poco loco hacerlo, “imposible” y hasta egoísta? No sé si viene con el rol de mamá, pero por años he tomado mis decisiones pensando en mis hijos primero. Ha sido algo automático y ha funcionado muy bien. Personalmente nunca sentí que me hubiera “abandonado” a mí misma por estas decisiones, y no me arrepiento ni por un minuto de haber pensado primero en ellos. He vivido cada momento al máximo. Disfruté a mis hijos cuando fueron bebés. Fui feliz llevándolos al colegio, preparando sus almuerzos y llevándolos a sus actividades extracurriculares. Disfruté los ensayos para las obras de teatro de mi hija y las prácticas de tennis de mi hijo. Y a medida que fueron creciendo, me encantaba llevarlos de un lado a otro, escuchando sus historias, conociendo a sus amigos, recogiéndolos en bailes y preparando snacks a media noche. Ahora, que ya están “grandes”, disfruto verlos enfocados en lo que los apasiona, soñando en grande y trabajando fuertemente para alcanzar esos sueños.

Pero la vida sigue su rumbo y a medida que los niños crecen van necesitando a sus padres de forma diferente, así que cuando aceptaron a mi hija en un curso de actuación durante el verano en Guildhall School of Music and Drama en Londres y ella quería que yo también fuera, inmediatamente acepté. Pudo haber sido la madre protectora en mí queriendo estar con ella mientras viajaba a Europa, o pudo ser la viajera en mí que no pierde una oportunidad para ir a otro lugar o simplemente pude haber sido yo, la mujer que no quería cocinar, ni limpiar, ni manejar durante un mes para poder hacer lo que yo quisiera. ¿Esto último suena un poco egoísta? De pronto, pero creo que todos deberíamos tomar un tiempo a solas. Tiempo para pensar, para caminar sin rumbo -solo por la alegría de caminar- y deberíamos permitir que la curiosidad defina el rumbo hacia donde vamos en esos momentos. Soy consciente del lujo que es tomar un mes lejos de todo y más en ¡Londres! Sé la bendición que fue y sé que Dios fue quien lo hizo posible.

Lo interesante fue la forma como me lo tomé al comienzo. Me sentí un poco avergonzada. Cuando algunas personas me preguntaban ¿vas a ir con tu hija todo el mes?, me sentía culpable contestando “sí” porque la siguiente pregunta siempre era ¿y tú qué vas a hacer mientras ella estudia? Yo sentía que tenía que tener una lista de cosas para hacer como si simplemente ir porque era una oportunidad increíble no fuera suficiente. Así que comencé a hacer una lista de todo lo que iba a hacer: trabajar en un libro que inicié la última vez que estuve en Londres, terminar la revisión de un libro que estamos a punto de publicar, escribir blogs y tomar fotos para Happily Imperfect, hacer tomas para el video de música que va lanzar mi hija, en fin... la lista podría seguir y seguir porque esa es mi naturaleza: hacer, ser productiva, aprovechar todo el tiempo. Pero a medida que el viaje se acercaba decidí que podría tener muchos planes para mi viaje, pero el objetivo esta vez debería ser no tener planes.

Estaba bien decirle a quien me preguntara que no sabía que iba a hacer, pero estaba segura de que sería algo increíble. A veces hacer “nada” también está bien. Y realmente sentía que ese viaje era mi momento. Mis hijos están grandes, tengo un trabajo, tengo tiempo libre, y finalmente he aprendido a disfrutar quien soy. Todo esto requirió tiempo, sacrificio y algunas duras lecciones por eso hoy estoy celebrando.

¿Cómo me fue en el viaje? ¡Fue increíble! Me encantó estar sola y a la vez poder estar presente cuando mi hija regresaba de clases contándome sobre todo lo que había aprendido. Me encantó manejar mi tiempo pensando sólo en mí, sentarme a ver a la gente pasar y escribir y escribir y escribir. Me encantó visitar museos día tras día para ver a veces la misma obra de arte porque cada vez descubría algo nuevo y tenía el tiempo suficiente para encontrarlo. Me encantaron las largas caminatas, las comidas al aire libre (sánduches en los parques), la arquitectura, los lugares más reconocidos y las calles escondidas. Me encantó hacer nada y hacer mucho.

De pronto tomar un mes libre y visitar un lugar lejano y disfrutar tu tiempo sin tantos planes establecidos no es tan fácil, pero de pronto un día, medio día o una hora es más realista. Es una decisión, una actitud… ¿Es este tu tiempo?

Manuelita @manuelitaotero

Una mañana creativa

manuelita otero

 

¿A quién no le gusta un rato creativo de vez en cuando? ¿Qué tal si ese rato es una vez al mes, los viernes en la mañana? Eso es Creative Mornings, es un espacio muy agradable en el que gente muy creativa se reune en diferentes ciudades de todo el mundo. Mi hija y yo disfrutamos montones nuestras mañanas creativas. Es un rato especial porque sabemos que vamos a conocer gente interesante, vamos a recibir inspiración y vamos a lograr tener nuevas perspectivas.

Nuestra última reunión no fue la excepción. El invitado fue William Massey, un artista, escultor, empresario creativo y co-leader de varios programas de arte. Mira su pagina https://www.williammasseyart.com/ para que veas sus obras de arte que, por cierto, me parecen ¡geniales! Pero lo que me gustó aún más fue su actitud y su corazón.

Al comenzar la charla William se acercó al escenario y sin decir una sola palabra se sentó y comenzó a quitarse los zapatos, ese tiempo de espera pareció una eternidad. Hubo silencio total y después de un momento comenzó a hablar. Desde ese instante supe que me iba a gustar la charla de este joven artista. Comenzó contándonos que estando en la universidad decidió cambiar su carrera y estudió arte porque quería “llenar su corazón y no su cuenta bancaria”. Su arte está hecho con materiales que la mayoría de personas calificaría como “basura” y pacientemente él las transforma hasta convertirlas en obras de arte. Él dice que toma lo que está roto y lo une, toma el desorden y trata de darle sentido. Su forma de ver el arte es parte también de su vida y trabaja activamente en varias organizaciones que ayudan a personas que están pasando por situaciones difíciles. William utiliza su talento para llevar alegría a personas que están sufriendo, y mucho. El visita hospitales donde ayuda a realizar proyectos de arte a pacientes con cáncer, da clases de arte a niños que no tienen hogar y da también clases de arte en parques para que las personas trabajen juntas y creen comunidad. Su deseo de hacer una diferencia en la vida de las personas es genuino e inspirador. Me recordó el poder que una persona puede tener.

William habló de su familia y de los viajes que ha realizado alrededor del mundo los cuales han sucedido “al azar” porque se presentó “con brazos abiertos, listo para experimentar y saltar a las oportunidades sin expectativas.” ¡Qué buena actitud! ¡Qué buena lección: aprovechar toda las oportunidades que llegan y de tener, lo que William llama, un hábito de esperanza!

Hay libertad cuando nos permitimos vivir la vida de esta manera, cuando dejamos ir nuestro deseo de controlarlo todo y, en vez de eso, absorbemos lo que más podemos de todo lo bueno que sucede a nuestro alrededor mientras disfrutamos el momento.

Antes de terminar su charla, Wiliam  compartió lo que llama 8-18-80:  

  • Necesitamos tener 8 años: listos para aprender, dispuestos a recibir y siempre con ganas de mantener nuestra capacidad de asombro y sorpresa.

  • Necesitamos tener 18 años: dejar la lógica a un lado, tener expectativas holgadas y estar listos para saltar.

  • Necesitamos tener 80 años: dispuestos a observar, sabiendo quiénes somos y confiando en nuestro proceso.

Así que sea cual sea tu camino, tu plan, tus sueños y anhelos, déjalos fluir y disfruta el viaje. Ten una gran actitud, aprecia a las personas que llegan a tu vida y toma lo mejor de cada situación. En caso de que te estés preguntado por qué William se quitó los zapatos al comienzo de su charla… Él dijo que quería abrazar el silencio y sentirse cómodo al charlar con amigos. ¿Ahora me entiendes por qué el último viernes de cada mes es un tiempo tan especial para nosotras?

Saca tiempo para alimentar tu creatividad, mira https://creativemornings.com/  para ver si hay un próximo evento en tu ciudad.

Manuelita @manuelitaotero

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¿Quién dijo que todo tiempo pasado fue mejor?

manuelita otero

Mis hijos a menudo me preguntan si extraño los días cuando ellos eran pequeños y honestamente les digo que no. Siento que viví y disfruté esa etapa con ellos al máximo, así que estoy feliz viviendo esta etapa ahora. Los amaba cuando eran unos bebés y los amo ahora como jóvenes. No quiero desperdiciar mi presente pensando en el ayer. ¿Alguna vez has sentido presión o de pronto nostalgia cuando miras el pasado? Me gusta mirar el pasado para ver recuerdos, tanto los felices como los tristes, porque todos me han hecho quien soy hoy, pero lo que definitivamente no quiero hacer es mirar el pasado deseando ser igual. Ya no tengo veinte años y tampoco quiero tenerlos. Me gusta quien soy ahora y como me veo. Me he ganado mis arrugas y mis canas. Estoy agradecida con el pasado, emocionada con el futuro, pero quiero vivir completamente mi presente.

Somos mujeres valiosas y fuertes. A veces puede que sientas tu día como un total caos, pero es justo en esos días cuando más vale recordar que eres guía, mentora, constructora, que solucionas muchas cosas e impulsas otras. Eres ejemplo… eres mujer. Debes saber lo que vales, conocer tus talentos, tus dones y compartirlos con el mundo. Aquí hay unos tips que pueden interesarte:

-Habla vida: La vida es a veces dura e imperfecta. Eso es cierto, pero eso no quiere decir que debas invertir mucho tiempo pensando en lo negativo. Habla palabras positivas y llenas de vida sobre ti, tu familia y tus proyectos. Hazlo día a día hasta que sea un hábito.

-Saca tiempo para hacer ejercicio: Tienes muchas cosas buenas por delante y vas a necesitar un cuerpo fuerte y sano para poder disfrutarlas. Se consistente de eso, finalmente es algo bueno para ti.

-Come saludablemente: Mira cuidadosamente lo que estás comiendo. ¿Está sumándole o restándole a tu vida? Deja que tus decisiones con la comida reflejen cuánto te amas.

-Duerme lo suficiente: Hay tanto por hacer que muchas veces sacrificamos nuestro sueño por tratar de lograrlo todo. No te engañes ni te pongas trampas. Un buen descanso sí te ayudará a ser más productiva al siguiente día.

-Descansa: El estrés no añade nada positivo, aprende a reconocerlo y a manejarlo, de tal forma que no dañe ni tu salud ni tu vida.

-Quédate en silencio: Toma tiempo cada día para disfrutar del silencio, para pensar, para analizar y para digerir todo lo que te está sucediendo. La vida se mueve rápido y seguramente no quieres perder los lindos detalles.

-Deja que te vean: Alguien siempre está mirando. Las personas puede que no escuchen tus consejos o tus historias, pero mirarán tu vida y la examinarán. Tienes la oportunidad de impactar positivamente la vida de alguien.

Estas son cosas que yo necesito recordarme diariamente son importantes y me ayudan a vivir el tipo de vida que quiero vivir.  No importa si tus hábitos, y tips son diferentes, lo que importa es que tomes tiempo para hacer de tu presente algo increíble. ¿Quién dijo que todo tiempo pasado fue mejor? Tú puedes hacer de hoy, tu mejor día.  

Manuelita

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¡Haz que ocurra!

manuelita otero

Me encanta ir a buscar y a comprar en esas tiendas, estilo mercado de las pulgas, donde venden cosas recicladas, cosas únicas a muy buen precio y algunos objetos y ropa vintage. Es emocionante encontrar tesoros escondidos en lo que parece un océano de simplemente “cosas”. El otro día durante una de mis expediciones, encontré unas tazas medidoras y un portacucharas que me encantaron.  No veía la hora de llegar a casa, lavarlas y ponerlas en mi cocina. ¿No te parece interesante como algo tan simple puede alegrar tanto un día? No estoy exagerando cuando digo que cada vez que los veo sonrío.  Hay un mensaje en el portacucharas que dice “Make it happen!” (Haz que ocurra) y para mí significa mucho más que un slogan; es una una forma de vida. He decidido que voy a hacer lo que he sido creada para hacer sin excusas y sin miedo.    

¿Y si, como yo, tú has vivido o vives algo parecido, sintiendo que hay mucho más para ti y mucho más por hacer, pero te has frustrado porque otras cosas se atraviesan en el camino? ¿Cuántos sueños tienes en espera? ¿Cuántos planes y proyectos que te apasionan has puesto a un lado para cuando haya más tiempo?

De pronto estas ideas te puedan ayudar a darle vida a esos sueños que siguen esperando:

  • Ten determinación: Todo comienza con una decisión. Ese es el primer paso hacia la dirección que quieres tomar. Después de muchos años de tratar de hacer malabares con lo que realmente quiero hacer y otros trabajos al mismo tiempo, sólo por tener un poco de “seguridad”, me dí cuenta de que si doy la mitad del esfuerzo, obtendré la mitad de los resultados.

  • Sé sabia: Toma tiempo para pensar, planear, estudiar y prepararte. Toma riesgos, pero hazlo inteligentemente. Define claramente lo que quieres lograr y las formas en cómo lo puedes hacer. Se atrevida y realista al mismo tiempo. Ten un equilibrio entre creer en algo increíble y ver cómo lograrlo con lo que tienes a la mano.

  • Sé flexible: Adáptate a las circunstancias a medida que van cambiando. A veces estamos tan enfocadas en conseguir lo que queremos a nuestra manera que perdemos oportunidades o ignoramos las señales que nos muestran mejores formas de lograr las cosas. Mantén tus ojos abiertos y analiza las diferentes posibilidades.  

  • Busca felicidad: Este es un viaje, así que ¡disfrútalo! El destino final es importante, pero lo que sucede por el camino también es valioso y, seguramente, hay muchas cosas que no te quieres perder.

Dale vida a tus sueños y proyectos sin dejar que el miedo te frene. Las cosas no simplemente suceden, tú haces que sucedan. Seguramente las personas a quienes más admiras no llegaron a ser como son de la noche a la mañana. Lo que tienen o lo que lograron les costó esfuerzo, sacrificio, dedicación, persistencia y una importante inversión de tiempo. ¿Qué estás esperando para hacer que -eso que tanto quieres- por fin suceda?

Manuelita

 

 

¿Cómo anda tu ánimo navideño?

manuelita otero

Coloridas decoraciones en todas partes, música alegre, luces brillantes, gente que va y viene comprando regalos y preparándose para reuniones familiares... todo es tan hermoso y a la vez, para algunas personas, un poco agobiante.

¿Te ha pasado alguna vez que no puedes sentir ni vivir el espíritu navideño por alguna razón, y te sientes un poco culpable por eso? Para muchas personas la Navidad es un tiempo agotador lleno de cosas por hacer y de responsabilidades. O es una época para extrañar a los seres queridos que están lejos o que ya no están más. ¿Qué hacer cuando todo el mundo a tu alrededor se ve tan feliz y tú simplemente no puedes unirte al espíritu “alegre” de la época? Puede que no existan soluciones que en un cerrar y abrir de ojos mejoren tu “ánimo navideño”, sin embargo, aquí te dejo algunas ideas para celebrar este tiempo especial a tu manera:  

¿Por qué razón?: Una pregunta simple y a la vez poderosa que deberíamos preguntarnos más a menudo. Encontrando las razones de lo que te está molestando, tendrás una dirección para encontrar soluciones.

Tu tiempo: Toma tiempo para ti. Trata de no llenar cada minuto libre que tengas en esta época. Sé que es dificil, pero trata de encontrar al menos un rato cada día para hacer algo que te guste, no importa que tan simple sea, pero verás cómo te llenas de energía para el resto del día.  

Tu motivación: Las personas celebran Navidad por diferentes motivos y con tradiciones o eventos diferentes. Si a ti te gusta celebrarla, ten claros los motivos por los que tú celebras Navidad y lo que eso pueda significar para ti. No dejes que la presión de los demás o el corre-corre te roben tus motivos personales.

A tu manera: Los recuerdos navideños se crean en esos momentos que compartimos con el corazón. No es una época sólo para cumplir con las expectativas de otras personas. De hecho, evita comparar la forma en cómo tú vives la Navidad con la de otros. Haz las cosas a tu manera.

Olvídate de la perfección: Relájate y disfruta. Si tienes invitados en tu casa, planea todo y prepárate, pero no tengas expectativas poco realistas. Tus amigos y familia seguramente están más interesados en compartir tiempo contigo y pasarla bien, y no tanto en visitar una casa impecable o tener una comida perfecta.

Comparte: Dar durante todo el año es bueno, pero en Navidad es aún mejor. Piensa en cómo puedes bendecir a las personas a tu alrededor. El mejor regalo de todos es dar algo con el corazón.

Si te sientes un poco baja de ánimo en esta Navidad, ten la seguridad de que no eres la única, así que no te sientas culpable.  La Navidad es un tiempo lindo, disfrútalo sin presión y a tu manera.

Manuelita

 

 

 

Claridad

manuelita otero

El otro día noté que el parabrisas de mi carro estaba sucio, entonces me dije que tenía que limpiarlo. Los días pasaban y el parabrisas se ponía cada vez más y más sucio haciendo difícil la visibilidad, pero nunca parecía haber tiempo para limpiarlo. En las noches yo regresaba a casa tan cansada y tenía tantas otras cosas por hacer que rápidamente olvidaba que debía limpiarlo. Hasta que un día finalmente decidí que lo iba a limpiar sin importar nada más, y la diferencia fue impresionante. Todo se veía más brillante -de hecho, ya puedo admirar lo que me rodea cuando manejo-. Me llamó la atención preguntarme por qué me tomó tanto tiempo hacer algo tan simple como limpiar un parabrisas. Cuando estaba manejando de regreso a casa, con mi parabrisas ya limpio, empecé a pensar que todo esto podía ser perfectamente la imagen de cómo a veces no sacamos el tiempo para limpiar esas cosas que obstruyen nuestra visibilidad en nuestra vida.

Sabemos cuando algo no anda bien. Sabemos cuando las cosas simplemente no cuadran, cuando algo nos falta o vamos por el camino errado. Hay pequeños avisos que tratan de alertarnos. De pronto mal genio o puede ser que no nos sentimos siendo nosotros mismos o simplemente no estemos contentos. Estas señales puede que sigan por semanas, meses, o inclusive años, hasta que algo mucho más difícil de resolver sucede. Si no tenemos claridad en nuestras vidas, ¿cómo vamos a crecer y progresar? La claridad requiere esfuerzo y toma tiempo como todo lo que vale la pena.

Entonces, ¿qué hacer si el “parabrisas” de tu vida está sucio y simplemente no puedes ver hacia donde vas? Aquí te dejo algunas ideas:

  • Date cuenta: lo primero es notar que algo está obstruyendo la vía. Una vez te das cuenta y aceptas que hay que hacer algo sobre algún sentimiento, pensamiento o situación; estás andando hacia la dirección correcta.

  • Decide: Cuando notas que algo en tu vida debe ser revisado, ese es el comienzo; porque lo contrario -que es hacer nada al respecto- no va a permitir que lo arregles. Puedes pensar, quejarte y hablar de un problema todo el día, pero si no sacas tiempo para analizarlo y hacer algo al respecto, la situación va a continuar y se puede poner peor. Cuando te das cuenta que algo te molesta, haz algo. Actúa.

  • Saca tiempo: La mayoría de las personas tenemos vidas ocupadas, muchas cosas están sucediendo a nuestro alrededor, las personas nos están jalando de todos los lados y, si somos honestos, muchas veces dejamos a un lado nuestras cosas importantes por ayudar o prestar demasiada atención a los demás. Programa tiempo para ti, saca esos  momentos en los que solo piensas en ti.

  • Analiza: Ve más allá. Encuentra la causa real de lo que te está molestando. Toma tiempo para definir claramente qué es y por qué pasa. Puede que te demores y puede que duela un poco, pero valdrá la pena.

  • Avanza: Disfruta cada paso de tu proceso de “limpieza”. De hecho, cada vez que pueda celébralo.

Aprovecha la claridad que vas a encontrar a medida que pasas más tiempo contigo misma. Tú y solo tú eres responsable de la dirección que tu vida toma, así que asegurate de ver claramente hacia donde vas.

Manuelita

 

“Quiero un tazón de felicidad”

manuelita otero

El otro día fui a un evento muy interesante, Creative Mornings*, que se organiza una vez al mes en muchas ciudades del mundo paralelamente y trata el mismo tema, aunque cada ciudad invita a su propio speaker. Hay algo poderoso cuando un grupo de personas creativas intercambian ideas y experiencias.

Al entrar al lugar para registrarme, me dieron una escarapela para pegar en donde tenía que escribir mi nombre y  completar la oración “Soy rara porque...” Así que puse mi nombre en el sticker y esperé a que el café gratis y el desayuno me ayudaran a pensar en las muchas razones por las que “soy rara”. Comida gratis despierta algo de creatividad, ¿cierto? Pero cuando ya estaba sentada con desayuno en mano pensé: “Yo no soy rara”. La verdad es que nunca me he considerado una persona rara y, si soy honesta, siempre he pensado que la palabra “raro(a)”, cuando de calificar a una persona se trata, tiene una connotación más bien negativa.

El tema de este mes en Creative Mornings fue... -supongo que ya lo podrás adivinar-, “Raro” y el speaker en Atlanta fue Kyle Brooks, un artista conocido como Black Cat Tips. Si miras su página web y ves su arte podrías pensar que efectivamente él es un poco raro. Él hace algo que él llama “extravagante arte para la carretera y pintar el mundo feliz”.  El pinta, escribe y cuenta historias. Escucharlo me hizo entender que ser raro puede ser algo  bueno porque si no eres una persona rara, eres entonces una persona normal y, la verdad, yo no quiero ser normal. De pronto soy sólo yo, pero cuando reflexiono acerca de qué quiere decir ser “normal” pienso en que es actuar como casi todo el mundo o, para ser más precisa, vivir como la sociedad espera que viva la mayoría de las personas, y, yo, quiero ser yo misma, quiero ser única. No quiero vestirme según las tendencias o definir mi éxito según lo que todo el mundo hace. Yo quiero buscar muy dentro de mi, encontrar mis pasiones y dones, y compartirlos. Quiero ver lo bueno en todas las situaciones y saber que si las cosas están difíciles ahora, seguramente algo bueno está por llegar. Quiero ser feliz y compartir la felicidad.  ¿Eso me hace rara?

Me encantó como Black Cat Tips habló sobre su viaje por la vida. Piénsalo por un minuto, ¿cómo decide alguien comenzar a poner avisos de osos al lado de las carreteras? ¿Y cómo puede ganar dinero haciéndolo? El tenía un trabajo “normal”, de hecho tuvo muchos, pero de alguna forma su pasión continuó llamándolo y al final decidió darse un tiempo límite para ver si funcionaba y sí funcionó. Él nos dijo a los que estábamos ese día en el Creative Mornings de Atlanta que pensáramos en las cosas “comunes y corrientes” de una forma diferente y que hiciéramos lo que nos hiciera felices para nosotros mismos y sin juzgarnos. ¿Es eso raro?

Todavía estoy pensando en algo que Kyle Brooks también nos dijo, y fue: “Quiero un tazón de felicidad” ¿No suena eso maravilloso? ¿Cómo se vería ese tazón para ti? De pronto todos somos un poco raros y nuestra rareza se expresa en lo que nos apasiona. A veces puede que seamos tímidos para compartir nuestros dones con el mundo o, tal vez, estemos muy ocupados para darnos cuenta, o tengamos miedo de ser juzgados. Pero ahí están. De pronto ser raro no sea tan raro después de todo.

Manuelita

*https://creativemornings.com/

Decidido: No más presión para mi cuerpo

manuelita otero

¿Alguna vez te has cansado de leer los titulares que glorifican o menosprecian cierto peso o ciertas tallas? Artículos sobre una persona famosa o de la farándula que acaba de tener un bebé y que ahora es “talla 0” o de alguien que se atrevió a salir en vestido de baño sin tener su cuerpo “listo” para la playa. La presión parece venir de todas partes, nos dicen que somos “muy flacas” o “muy gordas”.  Las palabras cada vez puede que sean diferentes, pero a la larga el mensaje es el mismo: “no estás lo suficientemente bien” o “no eres suficiente” y lo más triste es que hay personas que se lo creen.

Hay muchas cosas que estoy disfrutando de la sabiduría que se obtiene con los años y una de esas cosas es que me gusta quien soy.  En realidad, amo quien soy y lo puedo decir en voz alta sin sentirme culpable o arrogante. No soy perfecta y hay muchas cosas que quiero mejorar, pero eso no quiere decir que no soy suficiente. La idea de perfección y de belleza eterna que la sociedad nos quiere vender no es real y decidí que no voy a creerla ni a comprarla. Un número en la balanza no va a definir cómo me siento y lo que pienso sobre mi misma. Lo que realmente quiero es ser más fuerte. Quiero ser más fuerte física, espiritual y emocionalmente.

Ser más fuerte físicamente significa diferentes cosas para cada persona. Puede significar tener la voluntad y levantarse una hora más temprano a hacer ejercicio, puede ser adquirir la habilidad de parar de comer algo dañino para la salud, o hacer una repetición más de un ejercicio que nos parezca difícil. Puede ser correr una maratón o caminar media milla. Cada objetivo para cada persona es diferente y no hay necesidad de compararlos.

El otro día mi hija obtuvo un papel en una película en la que necesitaba entrenar fuertemente en el Buckhead Fight Club, un sitio que yo no conocía y en el que me sentía fuera de lugar al principio, pues allá las personas entrenan boxeo seriamente y yo sencillamente sentí que no era mi lugar. Pero mientras veía a mi hija entrenar y me daba cuenta de lo amables que eran, decidí ensayar la clase de boxing fitness y para mi sorpresa, ¡me encantó!. Nunca podría pelear con alguien en el cuadrilátero, no es lo mío, pero en esta clase sí puedo ir más allá de los límites que he establecido en mi mente y puedo pegarle a esos sacos con toda mi fuerza sabiendo que estoy haciendo algo bueno por mí misma. Dándome esta oportunidad de algo simple como tomar una clase de boxeo, me sentí más fuerte y fuera de mi zona de confort porque sencillamente me dio una nueva perspectiva, y creo que eso vale.

Ahora es tu turno: ¿Te gustaría enfocarte más en ti misma y en lo que quieres lograr en tu talla y en tu peso sin tantas comparaciones con otros? ¿Hay algo que has estado queriendo ensayar, que podría hacerte sentir más fuerte o mejor, pero simplemente no lo has hecho? ¿Qué estás esperando?

Manuelita