Claridad
manuelita otero
El otro día noté que el parabrisas de mi carro estaba sucio, entonces me dije que tenía que limpiarlo. Los días pasaban y el parabrisas se ponía cada vez más y más sucio haciendo difícil la visibilidad, pero nunca parecía haber tiempo para limpiarlo. En las noches yo regresaba a casa tan cansada y tenía tantas otras cosas por hacer que rápidamente olvidaba que debía limpiarlo. Hasta que un día finalmente decidí que lo iba a limpiar sin importar nada más, y la diferencia fue impresionante. Todo se veía más brillante -de hecho, ya puedo admirar lo que me rodea cuando manejo-. Me llamó la atención preguntarme por qué me tomó tanto tiempo hacer algo tan simple como limpiar un parabrisas. Cuando estaba manejando de regreso a casa, con mi parabrisas ya limpio, empecé a pensar que todo esto podía ser perfectamente la imagen de cómo a veces no sacamos el tiempo para limpiar esas cosas que obstruyen nuestra visibilidad en nuestra vida.
Sabemos cuando algo no anda bien. Sabemos cuando las cosas simplemente no cuadran, cuando algo nos falta o vamos por el camino errado. Hay pequeños avisos que tratan de alertarnos. De pronto mal genio o puede ser que no nos sentimos siendo nosotros mismos o simplemente no estemos contentos. Estas señales puede que sigan por semanas, meses, o inclusive años, hasta que algo mucho más difícil de resolver sucede. Si no tenemos claridad en nuestras vidas, ¿cómo vamos a crecer y progresar? La claridad requiere esfuerzo y toma tiempo como todo lo que vale la pena.
Entonces, ¿qué hacer si el “parabrisas” de tu vida está sucio y simplemente no puedes ver hacia donde vas? Aquí te dejo algunas ideas:
Date cuenta: lo primero es notar que algo está obstruyendo la vía. Una vez te das cuenta y aceptas que hay que hacer algo sobre algún sentimiento, pensamiento o situación; estás andando hacia la dirección correcta.
Decide: Cuando notas que algo en tu vida debe ser revisado, ese es el comienzo; porque lo contrario -que es hacer nada al respecto- no va a permitir que lo arregles. Puedes pensar, quejarte y hablar de un problema todo el día, pero si no sacas tiempo para analizarlo y hacer algo al respecto, la situación va a continuar y se puede poner peor. Cuando te das cuenta que algo te molesta, haz algo. Actúa.
Saca tiempo: La mayoría de las personas tenemos vidas ocupadas, muchas cosas están sucediendo a nuestro alrededor, las personas nos están jalando de todos los lados y, si somos honestos, muchas veces dejamos a un lado nuestras cosas importantes por ayudar o prestar demasiada atención a los demás. Programa tiempo para ti, saca esos momentos en los que solo piensas en ti.
Analiza: Ve más allá. Encuentra la causa real de lo que te está molestando. Toma tiempo para definir claramente qué es y por qué pasa. Puede que te demores y puede que duela un poco, pero valdrá la pena.
Avanza: Disfruta cada paso de tu proceso de “limpieza”. De hecho, cada vez que pueda celébralo.
Aprovecha la claridad que vas a encontrar a medida que pasas más tiempo contigo misma. Tú y solo tú eres responsable de la dirección que tu vida toma, así que asegurate de ver claramente hacia donde vas.
Manuelita