¿Estás sacando tiempo para hacer lo que te gusta hacer?
manuelita otero
Amo nadar. No sabía cuánto amaba nadar porque no me había regalado tiempo para pensar en esto o tal vez porque creí que no necesitaba tiempo para pensarlo. Es decir, es sólo nadar, ¿entonces cuál es la gran cosa?
Hace unos meses durante una visita a la Florida me sentí muy feliz y ni siquiera había tenido la oportunidad de ir a la playa, entonces me di cuenta que lo que me tenía feliz era que estaba nadando todas las mañanas. Me regalé el tiempo de saborear lo que estaba sintiendo en ese viaje. ¡La piscina hizo toda la diferencia! Algo sencillo me llenó de tanta alegría que era hasta difícil de entender. De pronto piensas que estoy exagerando, pero ponte en mi posición un rato: Piensa por un momento acerca de qué es eso que te hace feliz. Puede ser un lugar, una cosa o algo que haces. Puede ser algo pequeño y simple que otros ni siquiera consideran. ¿Ahora, te puedes sentir conectada un poco más con mi experiencia?
Las cosas que nos hacen felices son usualmente pequeñas, cosas del día a día. Hemos llegado a creer que las grandes y costosas experiencias nos harán felices y puede que sí, pero por un corto tiempo; en cambio, hacer lo que nos llena de alegría de manera regular puede tener un impacto inmenso en nuestras vidas. Entonces, ¿por qué no las hacemos con mayor regularidad? De hecho, es posible que no sepamos qué disfrutamos hacer por nuestra cuenta. Sabemos qué nos gusta hacer con amigos y familia, pero por alguna razón es más difícil identificar las cosas que disfrutamos solos. Podemos saber lo que a largo plazo nos hará felices, un gran viaje o un ascenso, pero eso al final no brinda la satisfacción duradera que tanto anhelamos. O tal vez sepamos exactamente qué es lo que amamos hacer o los lugares que nos encanta visitar, pero de pronto nos decimos que no tenemos tiempo. La vida está llena de mil responsabilidades y cosas por hacer, pareciera imposible encontrar ese rato libre para dedicarlo a nosotras mismas. Y, realmente, hoy en día, ¿quién tiene tiempo para hacer cosas “simples” sin pensar mucho? La gente que quiere ser feliz, esa es aquella que tiene ese tiempo.
Cuando me di cuenta cómo nadar me hace tan feliz pensé en esto por un tiempo, pero seguí con mi vida sin prestarle mucha atención. No busqué formas de incorporar más tiempo de nadado en mis rutinas, tampoco intenté ser proactiva al respecto. Saber algo no es suficiente, acciones de nuestra parte son necesarias para que haya cambios y algo pase. Si quieres darte tiempo para hacer lo que te gusta, necesitas disciplina, límites y compromiso. De pronto suena duro porque así es. Muchas cosas compiten para ganar tu atención, tomar tus preciosas horas y distraerte de lo que realmente quieres hacer. Hay muchas cosas que tenemos que hacer -queramos o no-, pero hay muchas otras que hacemos sólo porque “sentimos” que tenemos que hacerlas, es decir porque no hemos definido nuestras prioridades y porque hemos decidido no pedir ayuda. Aún tienes el poder de escoger qué vas a hacer con tu tiempo.
Después de varias conversaciones con amigos me di cuenta que necesitaba estar más comprometida con mi natación. Encontré un centro acuático cerca a mi casa, compré una valera de 10 bonos y resultó menos costoso de lo que creí. Organicé mi horario y voy cada vez que puedo. Sin embargo, tuve citas que se cruzaron con ese horario de natación y también hice metí otros planes en esas horas; así que no respeté el plan para hacer lo que amo hacer: nadar.
Una mañana estaba manejando hacia el mecánico para solucionar un tema inesperado en mi carro. Estaba lista y de mal ánimo pensando cuánto me iba a costar esta reparación. Tenía mi bolso de natación y pensé “hoy sí voy a ir a nadar después de arreglar el carro”, pero a la mitad del camino hacia el taller mecánico cambié de opinión y de dirección y decidí manejar hacia el centro acuático. Me dije a mí misma: ¿dónde están mis prioridades? Tengo que hacer primero lo que me hace feliz, entonces hice lo que tenía que hacer: ir a nadar primero y luego me fuí a donde el mecánico de mejor ánimo. Si soy honesta, debo decirte que el buen ánimo no me duró mucho porque después tuve que esperar por horas en el taller y gastar más de lo que pensé en el arreglo, pero… ¡Nadé!. Me puse en primer lugar y esto me dejó una gran lección.
Definir tus prioridades es importante, definir tus no-negociables es clave para encontrar ese balance que todos estamos buscando. Cuando nado, me siento fuerte, siento que estoy haciendo algo positivo para mi cuerpo y eso me hace sentir bien. ¿Y qué de ti? ¿Cuáles son esos no-negociables a los que quieres sacarles tiempo? ¿Qué te hace feliz? Deseo que cuando lo definas, hagas un espacio en tu vida diaria y disfrutes esos momentos para ti y por ti.
Manuelita