contact us

Use the form on the right to contact us.

You can edit the text in this area, and change where the contact form on the right submits to, by entering edit mode using the modes on the bottom right.

         

123 Street Avenue, City Town, 99999

(123) 555-6789

email@address.com

 

You can set your address, phone number, email and site description in the settings tab.
Link to read me page with more information.

Family and Friends

Las pequeñas cosas puede que no sean tan pequeñas después de todo

manuelita otero

Hace unos años fuimos a Kota Kinabalu, una linda ciudad en Malasia. Vimos una cultura completamente diferente, playas preciosas y paisajes inolvidables, sin embargo, mi familia -por unanimidad- les diría que nuestro recuerdo favorito de ese viaje son nuestras "tardes de torta".

Nuestros niños estaban pequeños, así que, generalmente, después del almuerzo estábamos todos agotados: ellos de correr por todas partes y nosotros de correr detrás de ellos. Todas las tardes regresábamos al hotel y los cuatro dormíamos la siesta y después de ese merecido descanso íbamos muy felices a la pequeña pastelería del hotel en busca de la torta del día.

Desde el momento en que llegamos nos dimos cuenta de la gran variedad de tortas que tenían, y se veían todas tan ricas que en ese mismo instante decidimos que las íbamos a probar todas... y así fue. 

Un pedazo era grande y suficiente para los cuatro, así que todas las tardes durante nuestra estadía nos podían encontrar en el restaurante del lobby -cada uno con su tenedor, feliz esperando su turno-. Mientras disfrutábamos de la torta hablábamos sobre lo que habíamos hecho ese día, lo que más nos había gustado y lo que queríamos hacer en la tarde. Un recuerdo tan lindo disfrutando algo tan simple como un pedazo de torta en familia.  

A veces creemos que los mejores recuerdos van a ser los grandes eventos de nuestra vida, los viajes costosos o las fiestas elegantes, pero en realidad, son los pequeños detalles los que cuentan.  Piénsalo por un momento: ¿Cuál es tu recuerdo favorito? ¿En qué piensas y que te hace sonreír? ¿Cuál ha sido el mejor regalo que has recibido? Si eres una mamá o un papá de pronto todavía tienes los regalos que tus hijos te traían del colegio: pinturas que no podías descifrar, pero que te derretían el corazón; joyas, adornos o esculturas abstractas que, en mi caso, todavía decoran la sala. O, de pronto, tu mejor regalo fue algo especial que alguien hizo para conmemorar una fecha especial, o una flor cuando menos la esperabas, o una tarjeta en el correo, o una dulce nota en el espejo.

Los pequeños detalles no son tan pequeños después de todo, son recuerdos que nos recuerdan -valga la redundancia- que la vida es hermosa y que no tiene que ser tan complicada como a veces la hacemos. Los pequeños detalles son sutiles y fácilmente los dejamos de percibir cuando viajamos por la vida distraídos con el corre-corre diario. Separa tiempo cada día para esos pequeños detalles, nótalos a tu alrededor y haz que sucedan en la vida de las personas a quienes tanto quieres. Saca tiempo para cambiar vidas, para inspirar recuerdos y para disfrutar cada día como el regalo que realmente es.

Por Manuelita