Con Dios, el cuadro es completo
manuelita otero
¿Alguna vez has hecho todo lo posible para mejorar una situación y nada parece funcionar? Puede que creas o busques a Dios y hayas acudido a Él con el mismo problema una y otra vez, pidiéndole su dirección, pero su voluntad no es muy clara; lo que te deja confundida y, honestamente, un poco frustrada. La vida a veces no tiene sentido, pero esos momentos son precisamente en los que debemos aferrarnos más a Dios y recordar quién es Él. Ahí aparece la oportunidad para dejar ir la preocupación y confiar solamente en Él -y en su provisión- porque cuando lo hacemos somos testigos de milagros diarios. Recibimos exactamente lo que necesitamos en la forma más inesperada y logramos experimentar la presencia de Dios, que nos deja saber que Él está en control siempre. Pero, ¿cómo encontramos la fuerza para enfocarnos en Él mientras esperamos? ¿Cómo mantenemos viva nuestra fe y nuestro gozo mientras todo pasa?
- ACÉRCATE: ¿Cómo puedes confiar en alguien si no lo conoces? Toma tiempo para conocer la Palabra de Dios. Ahí encontrarás las promesas que Él te ha hecho, lograrás conocer mejor a Dios y, seguramente, notarás cómo se relaciona con tu vida diaria. “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.” (Salmo 119:105)
- ESCUCHA: A medida que lees la Palabra de Dios, pídele al Espíritu Santo que te revele su voluntad para tu vida. La Palabra de Dios es vida y hablará a tu situación dando fortaleza, paz y la sabiduría que necesitas. Pídele a Dios dirección, y ten la certeza de que Él te responderá. “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes.” (Jeremías 33:3)
- ACTÚA: Mientras pasas tiempo en silencio con Dios, Él te dará dirección en lo que debes hacer. A veces puede que no sea muy clara o que sientas que necesitas confirmación, pero una vez tengas paz y claridad, obedece y sigue su dirección. Eso puede ser difícil porque Él puede pedirnos hacer algo que nos rete, que nos saque de nuestra zona de confort o algo que parece imposible. En ese momento es cuando debes recordar que “Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda.” (2 Pedro 1:3)
- ALABA: Dios es fiel y lo alabamos no solo por lo que Él puede hacer por nosotros sino por lo que Él ya ha hecho por nosotros. Siempre mira el cuadro completo. Tu situación es importante para Dios y Él está haciendo cosas maravillosas, así todavía tú no las veas. Pero lo más grande que Él ha hecho es darnos el regalo de la salvación. Cuando creemos, nuestros problemas no pueden ser más importantes que Dios quien nos ha dado vida eterna por medio de Jesús. Adoramos y alabamos a Dios porque es nuestra alegría y nuestro propósito.
“Y dijo Dios: ‘¡Que exista la luz!’ y la luz llegó a existir.” (Génesis 1:3) Cuando entendemos que la Palabra de Dios es poderosa y que es la verdad, vemos todo con una perspectiva diferente. Nuestro Dios es nuestro Padre fiel, lo que Él dice sucederá. Demuestra con tu diario vivir la alegría de conocer a Dios, de saber que Él te ve, te escucha y te está bendiciendo en medio de todo.
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