Escucha a tu cuerpo, es único
manuelita otero
¿Alguna vez has comenzado el año haciendo el propósito de comer saludable, hacer ejercicio y perder unas cuantos kilos? ¿Cuántas veces compramos productos para perder peso: libros, suplementos, pastillas, hierbas, planes de comida y cualquier otra cosa que nos prometa los resultados que queremos, pero a la segunda semana estamos desanimadas porque no vemos los resultados que estábamos esperando?
¿No te parece interesante como cada año parece haber una comida milagrosa, el último libro de dieta o un panel de expertos dándonos una larga lista de comidas que deberíamos comer para obtener energía, tener una piel radiante y la figura que la mayoría de las personas quiere?
Los norteamericanos gastan 40 billones de dólares al año en productos y programas para perder peso. Vemos los comerciales con sus llamativas fotos de antes y después y dejamos que otros decidan lo que debemos comer, hacer y comprar. Pareciera que todo el mundo nos quisiera decir qué hacer y qué comer, todo con un costo claro está, y nosotros queremos lo que están vendiendo: soluciones fáciles y resultados demasiado buenos como para poder creerlos y, tal cual, así es la realidad: son demasiado buenos por lo tanto no son reales.
Usualmente, si consumimos más calorías en el día de las que quemamos las vamos a almacenar en nuestro cuerpo. A menudo comemos lo que nos hace daño porque sabe muy rico. Llevamos las cosas al extremo llegando al punto de cambiar nuestro metabolismo y luego nos sentimos culpables y buscamos soluciones rápidas. Al final los productos llenos de tantas promesas no ofrecen soluciones a largo plazo. Según un estudio realizado en el 2006 reportado en el New England Journal of Medicine, la mayoría de las personas que participan en un programa de pérdida de peso recupera un tercio del peso perdido en el primer año y después de tres años están nuevamente en el peso original.
Querer ser “flaca” puede ser un objetivo, pero vivir un estilo de vida saludable y lograr nuestro peso adecuado es una opción más completa e importante. El tema no es talla sino salud. Entonces en vez de creer ciegamente lo que todo el mundo está diciendo, utilicemos las fuentes confiables que tenemos para informarnos y aprender sobre las comidas que deberíamos estar comiendo. Escuchemos a nuestros cuerpos, tomemos decisiones y cumplámoslas.
No puedo decirte qué comer y cómo perder peso. No tengo las palabras mágicas que lo logren, pero te puedo motivar a que tú misma encuentres el camino, el que funcione para ti. Te puedo decir que lo puedes lograr y que no va a ser fácil, pero si persistes en tu meta, si escuchas a tu cuerpo y tomas decisiones correctas lograrás un estilo de vida más saludable. Aquí hay unos tips para comenzar:
- Infórmate: Lee las marquillas, conoce tu comida. Lee sobre los beneficios de ciertas frutas y vegetales para que sepas lo que deberías estar comiendo y lo que no deberías ni probar. Si el problema es que comes una ensalada y luego te da hambre demasiado rápido, busca comidas que te llenen más como granos, pasta y papa ,y si escoges la versión integral esa puede ser una opción más saludable, pero mejor no me creas del todo. Lee, investiga y aprende sobre lo que le puede funcionar a TU cuerpo.
- La verdad y solamente la verdad: Se honesta contigo misma. Tú sabes qué tan a menudo comes por fuera o cuántas galletas te comiste o cuándo fue la última vez que hiciste ejercicio. No te des excusas, pues esta reflexión es para ti, entonces ¿a quién le estás mintiendo? Una vez tomes la decisión, comienza a decirte la verdad.
- Pequeños cambios hacen una gran diferencia: Cada transformación en nuestra vida comienza con un cambio pequeño y luego otro y otro. Comienza con resoluciones sencillas, por ejemplo: no le coloques mantequilla al pan, no tomes gaseosas, toma menos alcohol, comete un postre más pequeño, no le coloques azúcar a tu café. Muchas veces hacemos estas cosas solo por costumbre, así que si paramos de hacerlas puede que al principio nos vayamos a sentir raras, pero después de un tiempo nos vamos a acostumbrar. Mira los hábitos que tienes ahora y decide los pequeños cambios que podrías hacer hoy.
- Hazlo un estilo de vida: Muévete más. Haz ejercicio, lo que te guste y si no te gusta nada, haz lo que menos te disguste. Si está lloviendo, haz ejercicio en la casa; busca un video en YouTube y hazlo por 30 minutos. Siempre hay una forma.
No vayas a extremos, no afectes tu metabolismo dejando de comer por largos periodos o quitando ciertas comidas de tu dieta. No aguantes hambre, come snacks saludables y naturales cada dos horas. Come fresco, cocina en casa y toma mucha agua.
No te rindas a la gratificación inmediata: no comas comida chatarra, simplemente di no, y mientras más lo digas más fácil será. ¿Quieres algo dulce después de una comida? Cómete una fruta, un pequeño dulce, un pedazo de chocolate amargo o comparte un poste con alguien.
El primer paso para lograr un estilo de vida saludable es tomar la decisión. No hay atajos como en todo lo que vale la pena lograr. Habrá que trabajar duro en esto, tomar decisiones inteligentes y hacer cambio de hábitos, pero también incluirá muchísimas celebraciones y la satisfacción de que estás haciendo algo bueno para ti en tus propios términos.
Por Manuelita