Y esos propósitos de año nuevo, ¿cómo van?
manuelita otero
¿Hiciste propósitos de año nuevo? Si los hiciste, ¿cómo van? Este es el momento perfecto -mitad del año- para analizar cómo van las cosas: ¿Has vivido estos meses como lo tenías planeado? ¿Has mejorado en las áreas que querías mejorar y has hecho los cambios que te acercarán a tus metas? Cada día parece pasar tan rápido, pero si tomamos un momento podremos ver si estamos caminando en la dirección correcta.
Según un estudio de la Universidad de Scranton en Pennsylvania y del Journal of Clinical Psychology, el 45% de los norteamericanos usualmente hacen propósitos de año nuevo. Los tres más comunes son: Perder peso, ser más organizados y gastar menos. Según el estudio, el 8% de los que hacen los propósitos los logran. No es fácil alcanzar una meta, especialmente si es algo tan grande que involucra muchos aspectos de nuestra vida, pero de pronto el problema no es el tamaño de nuestra meta, sino la estrategia que usamos para alcanzarla.
Tomemos el propósito más común: perder peso. Hagamos la meta aún más completa y digamos que es tener un estilo de vida más sano. En medio de nuestra emoción de año nuevo y del deseo de mejorar, declaramos el propósito sin pensar lo que necesitaremos para lograrlo y sin trazar un plan. Nos esforzamos, dejamos de comer ciertas comidas, hacemos ejercicio, pero cuando no vemos los resultados que esperamos nos desanimamos… No dejes que la frustración te haga darte por vencida, lee estas ideas y define tu propio plan para de verdad poder alcanzar tu meta:
Se realista: Las fotos de “antes y después” son maravillosas cuando son verdaderas, pero muchas veces pueden ser malinterpretadas porque nos dan la falsa idea de que los resultados grandes pueden alcanzarse fácilmente. La foto no nos muestra el proceso por el que esa persona tuvo que pasar. Las cosas que valen la pena requieren tiempo, sacrificios y decisiones que no siempre nos van a hacer sonreír, por lo menos no en el momento en el que las estamos tomando. Se realista, ten presente que lograr tu meta va a ser difícil y va a requerir disciplina y decisiones difíciles, pero está bien porque tú puedes.
Mantente en movimiento: Si quieres perder peso y mantenerte en forma, incluye movimiento en tu día. Parquea un poco más lejos de lo normal cuando vayas a un almacén, toma las escaleras, juega con tus hijos, utiliza las técnicas correctas al limpiar la casa para convertir ese tiempo en una sesión de ejercicio, pasa más tiempo afuera en la naturaleza, apaga el televisor y deja a un lado los aparatos electrónicos. También necesitarás un tiempo definido para hacer tu rutina de ejercicios. Lo bueno es que todas estas actividades te mantendrán llena de energía durante el día.
Se creativa: Ser saludable es divertido, así que se creativa y hazlo parte de tu vida. Qué tal convertir la próxima “noche de chicas” en un “día de chicas” y explorar juntas un parque cercano. ¿Por qué no hacer más comidas en casa? A veces, es más fácil y divertido. Además, deja que tu familia te ayude escogiendo una receta saludable dejando que ellos la preparen. Incluso los niños pequeños pueden ayudar - claro, con la supervisión de un adulto- y créeme, los niños aprenden muchísimo al cocinar y usualmente se comen todo lo que preparan.
Observa tus señales: Conócete, si sabes que a ciertas horas del día te antojas de comida poco saludable, asegúrate de haber comido algo saludable antes. Si sabes que cuando te da hambre comes lo primero que ves, mantén snacks saludables a la mano. Si sabes que tu cuerpo requiere comer porciones pequeñas a menudo, prepárate. Si sabes que cuando estás triste, nerviosa o distraída comes ciertas comidas poco saludables, presta atención a lo que estás comiendo y a la razón de por qué lo estás haciendo... ¿Tienes realmente hambre o estás permitiendo que tus emociones dicten lo que comes? No dejes que todas estas cosas te tomen desprevenida, prepárate.
Define tu camino: Cambiar hábitos alimenticios es un proceso que toma tiempo. No te des dos semanas para alcanzar un logro gigante. En cambio, determina un tiempo realista y establece los pasos necesarios para alcanzar y disfruta el viaje. Define fechas para cada paso y celebra cada logro. Cuando la meta es un proceso interno, los efectos durarán, se convertirá en un estilo de vida y las buenas decisiones se convertirán en hábitos. Tú decides el destino, tú decides el camino y tú lo sigues. Finalmente, es tu viaje.
Seré honesta, lograr un estilo de vida saludable no es siempre fácil. A menudo me digo a mi misma que quiero ser una mujer fuerte y estar en forma sin importar mi edad y sé que lo puedo lograr, pero a veces soy consciente de que no estoy haciendo suficiente para lograrlo. Ahí es cuando me pregunto: “¿Qué tanto lo quiero?” Si quiero poder en un futuro -y me refiero a un futuro aún muy lejano- correr detrás de mis nietos y viajar sin problemas, necesito prepararme ahora. Pero en mí ahora a veces estoy tan ocupada y cansada para hacer lo que debería hacer, que se me olvidan mis prioridades. En nuestra vida debemos mantener equilibrio constante. Sacar tiempo para nosotras debe ser una prioridad precisamente para poder mantener ese equilibrio.
Alcanzar nuestras metas es un proceso en el que cada decisión cuenta. Cada logro -grande o pequeño- debe ser celebrado. ¿Cuáles son entonces tus propósitos? Si de verdad quieres alcanzarlos y te preparas, lo lograrás porque tú puedes.
Por Manuelita