¿Qué se queda y qué se va?
manuelita otero
Hay un programa de televisión llamado Tiny House Nation donde dos expertos en renovación viajan alrededor de Estados Unidos mostrando la experiencia que viven algunas familias que deciden vivir en casas más pequeñas. Después de una entrevista con la familia protagonista de cada capítulo, los anfitriones del show diseñan una casa que parece ser la “perfecta” para esa familia. ¿Mencioné que la casa no supera los 47 metros cuadrados? En mi casa, cuando vimos el programa, nos emocionamos y dijimos “¡hagámoslo!”... Después nos dimos cuenta que realmente no estábamos listos para un cambio tan drástico.
Hace tres años nos movimos de una casa a un apartamento pequeño y estamos nuevamente pensando en movernos a un lugar incluso más pequeño. Nos encanta tener un lugar pequeño porque sentimos que es acogedor y más fácil de organizar y limpiar, pero no tener suficiente espacio también nos exige mirar de nuevo nuestras cosas y analizar realmente qué necesitamos y qué puede ser disfrutado por alguien más. ¡Decisiones, decisiones! Nos gusta lo que tenemos, pero no podemos quedarnos con todo. Así que, ¿cómo podemos escoger? Estas son algunas cosas que estamos teniendo en cuenta:
Ropa:
- ¿Te gusta? A veces puede que tengas una prenda que te guste mucho, pero simplemente no se te ve bien o no te sientes bien con ella. No la pongas nuevamente en tu closet para olvidarla. De una vez por todas, mejor decide si la vas a usar o no.
- ¿Te sirve? ¿Te sientes realmente bien con esa prenda? Si no, regálala.
- ¿Has revisado tus accesorios? ¿Collares, bolsos, cinturones… todavía te gusta todo lo que tienes?
- ¿La has utilizado en el último año? si no lo has hecho, ¿por qué pasó? Si todavía te gusta y te sirve, busca la formas de actualizarla o renovarla. Yo creo en las segundas y hasta terceras oportunidades para las piezas que me encantan, por eso es a veces siento que es tan difícil regalar cosas.
Cosas:
- ¿Qué cosas te hacen feliz?
- ¿Qué cosas te traen recuerdos lindos?
Hay cosas que no son simplemente cosas y eso está bien. Yo he tenido que vivir en varias partes y siempre he empacado nuestras cosas en un contenedor. Estas han viajado de Colombia a Australia, de Australia a Colombia y luego a los Estados Unidos -que es en donde vivimos ahora- y, la verdad, casi que no puedo describir la emoción que he sentido el día en el que el trasteo llega.
Nuestras “cosas” hacen de cualquier lugar nuestro hogar. La clave está en decidir cuidadosamente qué cosas son importantes de verdad y cuáles -siendo realista- ya no son parte de nuestro estilo de vida. Tú cambias, los tiempos cambian y algunas de tus cosas también tienen que cambiar.
Papeles:
Pareciera que los papeles nos inundaran incluso en esta era digital. Lo más importante con los papeles es la organización para que sea más fácil definir qué, de verdad, vale la pena guardar. Intenta separar un día a la semana para revisar papeles y así evitar que se acumulen. Separa los papeles importantes y ponlos en un lugar seguro (eso incluye esos recuerdos especiales como las notas que te regalan o te escriben o las obras de arte tus hijos).
Cuando un desorden se queda en un lugar por mucho tiempo, ni lo notamos, nos acostumbramos a que esté ahí, por eso es tan importante mirar nuestra casa con ojos frescos y ser lo más honestos posibles cuando de botar, regalar y reciclar se trata. Viajar liviano es bueno, pero también es importante recorrer el camino con las cosas que tienen un significado especial. Utiliza tu sentido común, disfruta lo que tienes y trata de no tener más de lo que necesitas.
Manuelita