Un pequeño cambio en tu casa, un gran impacto en tu vida
manuelita otero
El otro día mi hija y yo decidimos cambiar un poco las cosas de nuestra casa. Estábamos cansadas de la forma en como se veían nuestros cuartos, así que decidimos intercambiar escritorios. Ella me dio su pequeño escritorio minimalista a cambio de una linda mesa larga de madera que yo tenía en mi cuarto. No contar más con mi mesa iba a exigirme hacer cambios porque ahí era donde tenia todos mis libros, notas, papeles y cuadernos. El intercambio me llevó a mirar nuevamente todo lo que tenía con ojos críticos porque tenía que decidir qué quería guardar y qué quería regalar. Con cada cosa me pregunté: ¿Esto me añade valor? ¿Algún día lo voy a usar?
Me encantó limpiar mi cuarto porque sentí que de alguna manera también estaba limpiando mi mente. Organizar, para mí, es un tipo de terapia. Y, por otro lado, a Nikka y a mí nos fascinó como, después del intercambio que hicimos, quedaron de lindos nuestros cuartos. Es increíble como un pequeño cambio puede convertirse en algo grande y traer más cosas positivas.
¿Te gustaría cambiar algunas cosas en tu casa, pero no quieres hacer una inversión muy grande de dinero o de tiempo? Aquí hay algunas ideas que seguramente podrías poner en práctica pronto:
Añade una lámpara colorida para crear un acento o una luz que se pueda ajustar para cambiar el mood de una habitación.
Enmarca tus obras de arte o fotos que te gusten. Enmarca también fotos en blanco y negro.
Cambia el orden de tus muebles.
Pinta algún mueble de un color diferente a todos los demás.
Cambia la tela de los forros de las sillas o del sofá.
Coloca plantas, cámbialas de lugar o pon flores en los lugares en los que pasas la mayor parte de tu tiempo.
Pon una cobija suave de adorno en un sofá o en una silla.
Busca ideas en revistas, en internet o en Pinterest para usarlas como fuentes de inspiración sin necesidad de presionarte con la idea de que tus espacios “deben” quedar iguales.
Reutiliza lo que tengas.
Haz algunos cambios en tus repisas.
Cambia los forros de tus cojines.
Pon un tapete colorido en algún espacio que pueda estarlo necesitando.
Lo que no te guste, regálalo. Si algo no funciona o no se ve bien, recíclalo o dónalo. Si algo no te agrega valor, búscale otro destino.
Haz de tus espacios familiares y de descanso lugares más acogedores.
Ten menos y disfruta más.
Hay pequeños cambios que tienen gran impacto. Deja que tu creatividad fluya y disfruta de tu casa cada día más.
Manuelita